El motor rotativo de 654 cc va asociado a un motor eléctrico de 41 kW (55 CV) de potencia. El conjunto arroja una impresionante cifra de 180 CV (134 kW) y 205 Nm. Un par motor más propio de un automóvil con mecánica de 2.000 cc que a una moto.

Los motores rotativos (o tipo Wankel) se caracterizan por ser mucho más compactos y ligeros que los motores con cilindros. Su número de piezas también es inferior, por lo que las pérdidas por rozamiento se reducen. En contrapartida, son motores que alcanzan un elevado número de revoluciones, lo que redunda en un consumo de combustible generalmente elevado. Al igual que elevado es su consumo de aceite y bajo su par motor a bajas revoluciones.

Para el caso de la concept francesa se ha utilizado un motor rotativo de doble rotor (equivalente a un 2 cilindros convencional) que alcanza los 125 CV (93 kW) de potencia a 9.000 rpm, y se acopla a un motor eléctrico de 55 CV (41 kW), para ofrecer la cifra total de 180 CV.

El resultado del conjunto equivale al que obtendríamos con una KTM 1290 Super Duke R, pero con el par motor de un coche, ¡un 45% más que la Duke!

La fusión de ambas tecnologías permite una gran autonomía y un consumo realmente ajustado. Los 16 litros de combustible de su depósito son suficientes para realizar unos 400 km, lo que equivale a solo 4 l a los 100 km. Un consumo más propio de un scooter de 250 cc que de una Super Duke R o de la también explosiva MV Agusta Brutale 1090 con sus 142 CV y 112 Nm.

Y todo ello con un peso de tan solo 209 kg, o 5 kg menos que su competidora más próxima de KTM, y a tan solo 26 kg de la MV Agusta.

Al menos sobre el papel luce realmente bien, pero habrá que comprobar si cuando realicen el primer modelo de test consigue mantener dichas cifras. De momento, soñamos con verla en los próximos salones de las dos ruedas del próximo otoño.