Kalashnikov hace su propia incursión en las motos militares
23 de Agosto de 2017
Si a principio de verano os mostrábamos la versión de motocicleta híbrida que incorporarán las fuerzas especiales del ejército norteamericano, ahora es el turno de Rusia y el gigante armamentístico Kalashnikov.
En el marco de la feria Army-2017, se ha mostrado una motocicleta policial eléctrica y una militarizada. La peculiar ausencia de sonoridad de los motores eléctricos, que le permite a los militares acercarse al objetivo sin desvelar su presencia, está favoreciendo la reaparición de la motocicleta como útil medio de trasporte en el campo de batalla.
El motor eléctrico permite vadear ríos o zonas semipantanosas sin miedo a quedar varados por un motor ahogado por el agua. El silencioso motor permite trepar por los más escarpados terrenos, incluso a gran altitud y en condiciones meteorológicas extremas.
La moto de Kalashnikov alcanza los 80 km/h y tiene una autonomía de 100 kilómetros. Pero su especial sigilo, cuidadosamente estudiado, es su principal baza para convertirse en vehículo de las fuerzas especiales.
Entre las modificaciones que propone el fabricante ruso para su vertiente militar, se incluye la sustitución del faro por otro infrarrojo (solo visible con gafas de visión nocturna), y la posibilidad de "vestirla con ropa de camuflaje" adaptada al entorno por el que circule. Ropa que incluye los velcros con los que colocar cualquier tipo de bolsa sobredepósito.