Las motos provienen del consorcio SootCity formado por tres empresas Torrot, Vatia y Numenti. Su objetivo es medir el impacto ambiental y acústico en la ciudad, por lo que los vehículos no solo cumplirán con las habituales funciones policiales, sino que también estarán equipadas con sensores que verterán su información a la red.

ScootCity utilizará en el futuro diversas flotas de vehículos seleccionadas especialmente para esta función de medición de la calidad del aire.

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