Este sistema permitirá al vehículo reducir la velocidad o frenar antes de tomar una intersección, al poder detectar el paso de peatones o incluso de algún niño tras su pelota.

Para poder ver lo que ocurre tras las esquinas se recurre a una especie de sonar pero que utiliza “ecos” de luz láser. Los pulsos de luz láser del Lidar rebotan en las paredes de los edificios y da una imagen aproximada de los objetos que se esconden tras  la esquina.

Un algoritmo se encarga entonces de reconstruir la imagen y ofrecer una visión en 3D más detallada del objeto que interrumpe el paso de la vía al doblar la esquina. Al menos en las condiciones ambientales controladas de un laboratorio. A la luz del sol el sistema no es tan fiable como cabría esperar.

De momento se encuentra en sus fases iniciales de investigación, pero los científicos esperan que pueda ser fácilmente implementado en los vehículos autónomos del futuro.

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