Al parecer el interés por la tecnología VVT no es nuevo, Suzuki lleva desarrollando el sistema desde el 2004, cuando patentó un árbol de levas con una curvatura especial que desliza hacia los lados para alterar la sincronización de las válvulas, la novedad es que Suzuki ha patentado recientemente nuevos diseños del sistema, según informan desde el portal InSella.it.
El objetivo que persiguen desde Hamamatso es el ahorro de combustible en el entorno del 20% y del incremento de la potencia del 6% que aporta su sistema de alzamiento variable de válvulas. La ventaja de la sincronización variable es que el comportamiento del motor puede ser alterado constantemente en función de las revoluciones y de la apertura de la válvula de la mariposa.
Aunque es frecuente encontrar los sistemas VVT en las mecánicas de automóvil, en las motocicletas escasean más debido al incremento de coste y complejidad que lleva aparejado. A pesar de todo será interesante comprobar el desempeño de la nueva mecánica una vez se incorpore a la V-Strom 1000 en el 2016.