Aunque en el mundo de los motoristas conocemos a esta isla situada entre Reino Unido e Irlanda por la histórica competición en carretera abierta Tourist Trophy (TT), en la que ya han perecido más de 240 pilotos desde 1907, o por el TT Zero Challenge, la primera competición de motos eléctricas, ahora podría ser reconocida por sus avanzadas leyes en torno a los vehículos de conducción autónoma.
Sus pequeñas ciudades conectadas por sinuosas carreteras podrían ser el entorno ideal para probar la nueva tecnología. “Tener coches autónomos probándose en la isla podría mejorar nuestra reputación innovadora”, comentaba Allan Bell, ministro principal de la Isla de Man. “Nuestra geografía es también una ventaja. Puedes ir desde un entorno urbano bastante complejo a una carretera desierta en menos de diez minutos, en esta isla [de 572 kilómetros cuadrados] se encuentran todos los obstáculos de la vida real”.
La iniciativa no es totalmente novedosa, el Gobierno de la Isla de Man ya había legislado anteriormente para que los vehículos autónomos pudieran circular por sus carreteras, pero de momento solo en plan experimental para realizar pruebas.
Así, un nuevo contendiente se suma a la batalla por ser la cuna de la nueva movilidad autónoma. A la Isla de Man se suman las iniciativas de Nevada y California en Estados Unidos, al nodo experimental creado en el Reino Unido o la modernización de algunas autobahn (Autopistas) en Alemania. También la DGT ha aprobado la conducción autónoma en España bajo cierta premisas, a pesar de que un tercio de los conductores desconfía del coche autónomo.
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