Siendo europeo, el sistema Galileo permite una mayor cobertura y precisión, y ello a pesar de que la red de satélites que lo componen no estará completada hasta el año 2020. Se calcula que Galileo ofrecerá la señal de sus satélites con una precisión cinco veces superior. Algo que se nota especialmente cuando circulamos por las intrincadas calles de los centros urbanos con intersecciones cada pocos metros.
Financiado y desarrollado entre la Unión Europea y la Agencia Espacial Europea (ESA), el sistema de navegación Galileo no depende de ningún organismo militar (a diferencia de sus competidores homólogos) y ha costado a los europeos 9.500 millones de euros. Lo que ya es motivo suficiente para hacer un uso intensivo del mismo, además de por ser gratuito y de libre acceso.
Se espera que los fabricantes de dispositivos de navegación vayan incorporando progresivamente `Galileo´ al tener ya plenamente operativa la señal. Una señal que se puede detectar desde hace varios años (en teoría Galileo debería estar operativo desde 2015), y que se anunció oficialmente el pasado 15 de diciembre, pero debido al gran número de satélites necesarios (30 de los que hay desplegados 18) y a los fallos en sus relojes atómicos, no ha llegado a ser plenamente funcional hasta ahora.