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Consejos de conducción en carreteras de montaña y entre árboles
26 de Febrero de 2014
La conducción inteligente en carreteras de montaña nos hace tener en especial consideración aspectos claves para la observación y el análisis, con el objeto de poder adaptar la respuesta a las posibles situaciones de riesgo.
Todo escenario de tráfico demanda la necesidad del conductor de observar tres considerandos “espacio”, “velocidad” y “atención” a través de los cuales llegará hasta el equilibrio de la seguridad, pero existen otros a partir de estos, que a modo de indicadores pueden constituirse en predictores del peligro.
Cuando conducimos sobre carreteras de montaña con zonas arboladas en su entorno inmediato debemos recordar siete realidades asociadas al peligro:
Los árboles pueden reducir los campos de visión tanto lateral como longitudinalmente, especialmente en determinados trazados curvos.
La sombra de los árboles puede mantener la humedad en el firme creando zonas sombrías de especial sensibilidad en términos de seguridad.
Las raíces pueden levantar o deformar la zona de rodadura, especialmente en los extremos de la explanación.
Las sombras producidas sobre el firme en días especialmente soleados pueden ocultar o camuflar deformaciones o incidencias en la zona de rodadura.
El viento puede ser la causa origen de la caída de ramas o incluso árboles sobre la zona de rodadura.
Atendiendo al tipo de árbol, en determinadas épocas del año pueden caer hojas, piñas, frutos, etc. sobre la plataforma.
Los árboles incrementan el riesgo de lesión o daño en caso de accidente por salida de la vía.