1º) La Mutua :

Parece evidente que uno de los principales objetivos que nos lleva a promover esta idea, es poner fin de una vez por todas al abuso del que, cada vez más, somos objeto todos los motoristas de este país por parte de las compañías aseguradoras.

Desde hace unos años a esta parte, todos hemos podido observar como las pólizas de seguros de nuestras monturas se han ido incrementando de forma salvaje sin razón aparente para ello. Es más, se da la paradoja de que a quien le suben las pólizas no es a quien da muchos partes de siniestros, sino que es precisamente a quien no los tiene. Eso sí, al que tiene la desgracia de tener que dar un parte, sea o no culpable del mismo, le es denegada automáticamente la renovación de la póliza al año siguiente.

Es curioso que desde las Aseguradoras siempre se haya dicho, y se sigue diciendo, que nuestro sector es ruinoso, y sin embargo, desde que nuestra idea va tomando forma y nuestra Asociación se va haciendo fuerte, se ha percibido un ligero cambio de tendencia en los precios de algunas aseguradoras, e incluso, hay un pequeño grupo de ellas que ha entrado en un sector del que antes no querían ni oír hablar. Parece como si al ver llegar a los usuarios, al comprobar que este proyecto va en serio y que por fin los motoristas nos estamos uniendo para conseguir unos precios realmente acordes con la realidad, se hubiera despertado cierto interés en que no lleguemos a hacer realidad nuestro proyecto, no vaya a ser que ese suculento pastel del que han venido disfrutando sin que nadie les molestara empiece a no ser de su exclusividad.

Es verdaderamente curiosa esta reacción. Cuando todavía siguen diciendo que nuestro sector es deficitario debido a la siniestralidad que supuestamente originamos, resulta que algunas compañías, no pequeñas precisamente, están bajando precios hasta en un 50 %, y encima… ¡¡¡incrementan sus beneficios!!!.

Las pólizas son absolutamente de escándalo, ¿como se puede explicar que un ciclomotor que ronda los 1.800 €, tenga que ser asegurado por 900 €? El consorcio no es la solución. Pagar 350 € para estar dentro de la legalidad sin ninguna cobertura es un mal parche.

Hasta ahora, todos nos hemos enfadado, hemos discutido sobre el tema, hemos elucubrado sobre los posibles motivos de esta debacle, y la mayoría simplemente nos hemos imaginado que la razón era la simple avaricia de las compañías, pues siempre hemos pensado que "nosotros no ocasionamos tantos accidentes"; que "pensar esto es lógico ya que nuestro chasis es nuestro propio cuerpo"; que "siempre vamos con mil ojos y a pesar de todo siempre sale un coche que no mira por los espejos, o no enciende el intermitente y nos da el golpe"; que "los siniestros que nosotros ocasionamos no son tan caros para las compañías, porque nuestra aseguradora no paga nuestros daños, sino los que ocasionamos, y que estos no pueden ser tan cuantiosos porque cuando damos a un coche (99 % de los casos), no suele haber heridos (por parte del coche)", etc.

Pues bien, efectivamente esto hasta ahora ha formado parte de nuestra imaginación, pero tras el exhaustivo estudio realizado por parte del RACC, por encargo de ANESDOR, estudio materializado en el "Libro blanco del aseguramiento de ciclomotores y motocicletas", todo eso que hasta ahora nos imaginábamos, resulta que es absolutamente cierto.

Efectivamente, según se deduce de dicho estudio: resulta que el conjunto de motocicletas y ciclomotores, provocan tan solo el 37% de los accidentes en los que participan; y resulta que efectivamente, los daños que ocasiona el motorista cuando provoca un accidente, son muy inferiores a los que provoca un automovilista cuando es el culpable de un accidente con motorista. ¿Por qué?, pues sencillamente, primero porque los motoristas conducimos por regla general con mucha más precaución que los automovilistas (nos jugamos más), segundo porque la mayoría de los accidentes que ocasionamos es contra nosotros mismos (o sea que nos caemos solitos, sin ayuda de nadie), lo que no cuesta un euro a las compañías, y tercero, porque arreglar una moto golpeada por un coche es infinitamente más caro que arreglar un coche golpeado por una moto, y sobre todo, curar un motorista arroyado por un coche (cuando tiene cura), es mucho más caro, que las escasas lesiones que puedan sufrir los ocupantes de un coche golpeado por una moto.

Entonces......, ¿por qué demonios nos suben las primas de forma tan absolutamente desmedida?

La misma pregunta se hizo ANESDOR, y la conclusión más importante ha sido "por culpa de los dichosos convenios de Asistencia Sanitaria y de CIDE y ASCIDE. Veréis, aunque parezca increíble, básicamente estos convenios consisten en una especie de "hoy por mi, mañana por ti". Es decir, que las compañías que están dentro del convenio (la mayoría), han acordado que en caso de accidente, da igual quien tenga la culpa, cada una se hace cargo de los daños de su asegurado, de esa forma se supone que se gana en comodidad, y agilidad de tramitación, y por tanto en costes, pues así se recurre menos al Juzgado, y se lucha menos el accidente, con lo que se reducen enormemente los costes y el tiempo de tramitación (esto último también ahorra intereses a las Cías.).

¿Qué efecto provocan estos acuerdos?, pues posiblemente en los coches, ninguno, si acaso el de ahorrar costes, como hemos explicado en el párrafo anterior. Pero el efecto en las motos es demoledor. ¿Por qué? pues porque de acuerdo con los convenios resulta que la compañía que tiene la desgracia de tener una moto asegurada y esta tiene un accidente, resulta que da igual que esta no haya tenido la culpa (recordad que solo la tiene en el 37 % de los siniestros en los que se ve involucrada), el caso es que dicha compañía paga los gastos e indemnizaciones de su motorista asegurado, indemnizaciones que a poco que se luchen pueden llegar a ser astronómicas. Solución de las aseguradoras, pues muy sencillo, no aseguro ni una moto más, y si lo hago, es a precio de oro, pues ya que corro el riesgo, por lo menos saco unos buenos beneficios.

El segundo efecto perverso de los convenios es que, al hacerse cargo de tus gastos tu compañía, aunque no tengas la culpa, resulta que por obra y gracia del convenio de turno, tu propia compañía se convierte en tu peor enemiga, pues es a ella a quien le cuestas el dinero.

Es cierto que tras años de protesta y lucha hemos conseguido que se modifique el convenio de Asistencia Sanitaria, de forma que se reduce considerablemente el efecto negativo sobre la compañía del motorista, pero los convenios CIDE-ASCIDE siguen estando vigentes en todo su esplendor sin que hayan sido adaptados a nuestra idiosincrasia. Y lo peor es que no hay intención alguna en adaptarlos.

Bueno, ¿y por qué no se modifican? ¿Por qué ninguna compañía renuncia a dichos convenios? Pues sencilla y tristemente, porque en el sector automoción no interesa, las motos tan solo suponemos un irrisorio 3'55 % de las primas facturadas por las compañías en el ramo de automoción . O lo que es lo mismo, que económicamente no somos nadie, comparado con los coches claro, y por tanto les importamos un bledo, así de claro, aunque es curioso que parece que nuestra presencia está cambiando las cosas.

2º) Nuestra seguridad y nuestra imagen:

Estamos cansados de la imagen que se ofrece de los motoristas en los diferentes medios de comunicación. Siempre aparecen los típicos caballitos, quemadas de ruedas, destripadas, y a poder ser alguna caída. Imagen ofrecida, claro está, a una mayoría de espectadores o lectores enlatados, con los que nuestra relación y convivencia no es “extremadamenteâ€ï¿½? cordial. Un coche es pillado a 240 Km/h y es una excepción, un motorista es cazado a 236 Km/h y “es que somos unos delincuentes que vamos como locosâ€ï¿½?. Cuando un motorista sufre un accidente, la culpabilidad del mismo se le presupone. Cuando se mejoran las vías públicas o se adoptan nuevas medidas de seguridad, siempre se piensa en el automóvil. ¿Por qué los ayuntamientos españoles no utilizan pinturas antideslizantes, como en otros países europeos? ¿Por qué hemos de aguantar esto?

¡Basta de discriminación! Necesitamos representación, necesitamos un referente a quién puedan y deban consultar antes de tomar ciertas decisiones, necesitamos tener suficiente fuerza para presionar a aquellas administraciones que se nutren con nuestros impuestos y, porqué no, sanciones, para que mejoren las condiciones en que circulamos.

Necesitamos que nos tengan en cuenta.  

De ahí nace la idea de la Asociación. El hecho de ser un colectivo numeroso, con poder de movilización, con recursos para interponer las demandas y pleitos que sean necesarios, hará que nos consideren y nos respeten. De hecho, donde antes se nos cerraban las puertas, ahora empiezan a abrirse. Donde antes no cogían el teléfono., ahora nos llaman. Estamos en el buen camino.

Tenemos además un referente que viene a demostrar, no solo la viabilidad de nuestro proyecto, sino la fuerza que juntos podemos desarrollar. Nuestros vecinos franceses fundaron hace aproximadamente 20 años la FFMC, o lo que es lo mismo Federación Francesa de Moteros Cabreados (Fédération Française des Motards en Colère), espejo de nuestra Asociación, y la Mutuelle des Motards, espejo de nuestra futura Mutualidad. Los seguros bajaron en picado en Francia, hecho que, aquellos que sepan francés, pueden hacer patente simplemente consultando cuanto les costaría asegurar su motocicleta en Francia, y cuanto les cuesta en España. La fuerza de la FFMC es tal, que abiertamente se dirigen al Ministro sin cortarse un pelo, y su poder de convocatoria tan amplio, que la simple amenaza de colapsar París, cosa que ya han hecho en dos ocasiones, obliga a la Administración a tenerlos en cuenta. Disponen de una revista totalmente independiente, que se atreve a criticar o recomendar cualquier marca o modelo de motocicleta, de antirrobo o de complemento, sin temor a que se recorten sus ingresos de publicidad. Tienen un sistema de prueba y estudio de calidad que les permite certificar si determinado tipo de producto destinado al motorista es bueno o no, y si son ciertas todas las bondades que dice la publicidad de él, etc., etc., etc. Vamos que su unión les ha permitido una representatividad y unas capacidades dignas de admiración a nivel europeo.

Su ejemplo nos demuestra que nuestro proyecto no solo es viable, sino necesario, pero para ello necesitamos la fuerza de nuestra unión. ¡No esperes! , ¡participa! , ¡¡Únete a nosotros!!