Han resaltado que están dispuestos a sacrificios si sigue la producción, aunque no lo están a trabajar "por un puñado de arroz", con referencia a la competencia que supone fabricar en Tailandia.
Así lo han indicado a los medios de comunicación tras reunirse con el portavoz socialista en el Ayuntamiento de Gijón, Santiago Martínez Argüelles. "La sensación de impotencia, de enfado, de cabreo y de todo es tremenda, sabiendo que tienes que madrugar todos los días, tienes que ir a trabajar, ver las caras de tus compañeros, cada uno con su drama y seguir trabajando", ha indicado Cristina García, quien ha remarcado que encima eso supone hacerles el favor de que ellos puedan seguir teniendo beneficios.
Según esta, la producción en la planta gijonesa tras el anuncio de cierre se mantiene como quiere la multinacional japonesa para enlazar con la producción que se haga en Tailandia, una vez que esta esté en disposiciones de salir al mercado.
A todo esto ha sumado que no solo son los 170 trabajadores de Suzuki que serán despedidos, sino que va a afectar muchísimo a la industria auxiliar con la que trabajan y, de hecho, ha asegurado que ya se están planteando EREs y cierres en estas empresas.
Por su parte, Gustavo de la Cruz ha apuntado que están esperando que la empresa les llame para negociar el Plan Social, aunque ha puntualizado que lo que quieren realmente es que se haga en Gijón la Burgman de lujo. Ha reiterado que estaban dispuestos a llegar a un acuerdo en el convenio siempre que hubiera producción y se prometiera que se trajera la moto. Sin embargo, llevan tres años de ERE, sin desempleo, y todavía están esperando que se traiga la citada moto.
Y aunque ha reconocido que la situación es "crítica y complicada", ha preferido no ver nada imposible y ha abogado por intentarlo y pelear porque la fábrica no cierre y no se pierda ni un puesto de trabajo. Sobre este tema, se ha incidido en que pese a ser "muy difícil" competir con Tailandia, con voluntad se puede rebajar costes en otros sitios, ya que los salariales solo suponen un 10 por ciento.
Dicho esto, han lamentado que todo hace pensar que no quieren trabajar aquí y han criticado a la patronal por echar la culpa a los trabajadores. "Que no juegue con nosotros, que tenemos ya bastante", ha indicado De la Cruz, al tiempo que García ha recalcado que se enteraron del cierre por la prensa.
Sin razón objetiva
"La planta de Suzuki merece seguir produciendo en Gijón", ha señalado por su parte Argüelles, quien ha incidido en la gran capacidad de adaptación de la plantilla a lo largo de los años y la innovación tecnológica de la planta gijonesa.
Es más, ha considerado que no hay "ninguna razón objetiva" para que la multinacional japonesa cierre la factoría y traslade la producción a otro sitio, además de remarcar que solo las retribuciones son solo el 10 por ciento del coste total. Ha recalcado que la plantilla estaba dispuesta a asumir sacrificios y ha insistido en que merece seguir trabajando. Además, ha alertado que las prestaciones que les vayan a quedar serán muy pequeñas e incluso inexistentes por acumular tres años de EREs.