El organismo, dependiente del Departamento de Transportes del Gobierno estadounidense, explica que con esta iniciativa se podrían obtener más datos sobre las causas de los accidentes, al conocer lo ocurrido los segundo previos a un siniestro.
El secretario de Transportes de Estados Unidos, Ray LaHood, explicó que al conocer cómo responden los conductores y si los sistemas de seguridad funcionan correctamente, la NHTSA y los fabricantes podrán hacer más seguros los coches y las carreteras.
"Esta propuesta nos proporciona el punto de vista y la información crítica que necesitamos para salvar más vidas", añadió el representante de la Administración Obama.
La NHTSA estima que el 96% de los automóviles que se comercializan en Estados Unidos dispone de capacidad tecnológica para instalar una caja negra, que podría almacenar información sobre la velocidad, la activación de los frenos, la fuerza del impacto, el despliegue de los airbags o el funcionamiento de los cinturones de seguridad.
Falata por ver cuando tendremos una iniciativa similar en Europa.