Esta medida vendrá acompañada de una ampliación de estos carriles, que verán aumentada su extensión diez kilómetros extra hasta alcanzar los 26 kilómetros totales. Además de permitir la circulación de los vehículos eléctricos por estos, la policía local vigilará de forma especial que ningún vehículo no autorizado haga uso de estos, para de esa forma permitir una circulación lo más fluida posible.
Sin duda esta es otra de las medidas que con un coste cero para la administración, supone un nuevo incentivo para la adquisición de coches eléctricos, a lo que podemos sumar la gratuidad del estacionamiento en los centros urbanos, y la menor presión fiscal sobre los mismos.
Pero sólo con esto no será suficiente, y los diferentes ayuntamientos tendrán que afrontar la instalación de puntos de recarga que convierta a las ciudades españolas en lugares idóneos para los coches eléctricos, y que muchas veces no logran ese atractivo por la desidia o la ignorancia de los grupos de gobierno hacía los vehículos eléctricos, algo que como vemos, parece que no sucede en Sevilla.