Así lo ha manifestado en rueda de prensa el titular de Interior, Jorge Fernández Díaz, quien ha presentado, junto con la directora general de Tráfico, María Seguí, el balance de siniestralidad en las carreteras durante 2012.
Fernández Díaz ha recordado que el 77% de los accidentes mortales se registran en ese tipo de vías y ha considerado en cierta forma ilógico que el diferencial del límite máximo de velocidad de estas vías con las autopistas y autovías sea de solo 20 kilómetros por hora.
El ministro no ha concretado en cuánto quedará fijada la velocidad máxima en las vías convencionales, establecida en la actualidad en 100 kilómetros por hora, pero ha dejado claro que la decisión de rebajarla está ya tomada.
Según sus cálculos, será en primavera cuando entre en vigor el nuevo reglamento de circulación, que obligará a acometer cuatro modificaciones puntuales de la Ley de Tráfico y Seguridad Vial.