Y uno crece asumiendo el compañerismo, lealtad y hermandad que representa subirse a una motocicleta. Sus valores son inextinguibles. Ese ambiente es el que vive en Pingüinos, donde el frío es la sombra y donde las hogueras iluminan el cielo.
«Hay que venir una vez en la vida», dice Mariano Parellada, presidente de Turismoto y uno de los organizadores de esta carismática (la mayor y la primera del año) concentración motorista invernal que se desarrolla en Valladolid desde este jueves hasta el domingo. En su 32 edición, que se dice pronto, tendrá por lema «Pingüinos solidarios», para lo que desarrollará varias acciones específicas como la ya tradicional «Operación kilo» y la divulgación de la necesidad de captar donantes de médula.
«Cada edición es siempre diferente, hay muchas novedades»
Esta veterana quedada reúne a moteros de toda índole y condición. Abierto a todo tipo de estilos, que van desde los amantes de las tradicionales custom hasta las deportivas más agresivas. Todas tienen cabida en esta concentración que reunió el pasado año a más de 26.000 personas y que esta edición volverá a registrar números similares. Lo que diferencia Pingüinos de otras concentraciones es el ambiente, el conservar una seña de identidad desde su creación. «Siempre es diferente, hay muchas novedades y este año va a haber auténticas sorpresas».
Esa tradición lleva a los asistentes a acampar en un pinar y donde «el ambiente invernal que dan las hogueras» fluye sin cesar entre motores y gasolina. Allí el destino no es lo primordial. No es la única meta el hecho de finalizar un recorrido, «difícil muchas veces», sino disfrutar de esa aventura que a cualquiera le haría brotar instintos y carácter más ocultos. Como el de Marlon Brando o Peter Fonda. «Los motoristas que llegan tienen un reto especial de hacer un viaje en condiciones difíciles. Te puedes sorprender en situaciones adversas. El invierno es impredecible y siempre es frío», añade.
Elementos indispensables
Braga de motero, guantes gordos, chaqueta con protecciones, camiseta térmica, botas acondicionadas y, sobre todo, un buen casco son otros de los acompañantes en esta aventura donde las bajas temperaturas tratan de congelar tu piel como latigazos. Pingüinos demuestra que las motos no solo están destinadas al buen clima. «A veces se viaja mejor en Invierno que en Verano. No hay nada más horrible que viajar con toda la equipación a treinta grados. Prefiero pasar un poco de frío que sudar de esa manera y, además, yendo bien equipados no tiene que haber ningún problema».
«No hay nada más horrible que viajar con toda la equipación a treinta grados»
En medio del verdor de los árboles y, con permiso de los moteros, cada vez hay más moteras. Sí, con A de adorables y de admirables, que desafían el mal tiempo para acudir a esta cita que se señala con rojo pasión en el calendario. «Desde el boom de los años noventa se ha incrementado el número de mujeres moteras. Ha crecido de manera espectacular. Ahora es más habitual, aunque todavía el número no es muy representativo».
Esta cita, que cada año congrega a miles de aficionados a las dos ruedas de todo el mundo en el pinar de Puente Duero, contará en esta ocasión entre sus actividades con dos charlas sobre seguridad vial para motoristas. No faltarán conciertos como los ofrecidos por Siniestro Total, espectáculos de «freestyle», degustaciones gastronómicas, la entrega de los Pingüinos de Oro (Pol Espargaró, Mediaset España y Sito Pons) y, sobre todo, el tradicional desfile de banderas en el que el cortejo a la moto está servido.