Los ingenieros de la marca han trabajado especialmente en el desarrollo del motor de tres cilindros. Gracias a un nuevo sistema de admisión y escape, el propulsor desarrolla esos diez caballos suplementarios y también crece el valor del par motor. Triumph anuncia un empuje lineal y constante en todo el margen de revoluciones.
El sonido del motor es más fuerte pero no estridente y los 125 CV no significan un mayor consumo de combustible, todo lo contrario. Los técnicos han revisado el sistema de inyección electrónica y el gasto en gasolina se reduce en un 7 %.
La parte ciclo varía en beneficio de una mejor ergonomía, manejabilidad y capacidad de almacenaje. El asiento del piloto y el manillar son más bajos, lo que mejora la posición respecto al suelo y permite una postura de conducción más acorde al concepto más deportivo de la Tiger. La nueva pantalla ofrece una mejor protección contra el viento y la posición más baja del asiento trasero hace que el pasajero vaya más pegado al piloto.
La combinación de las nuevas geometrías de suspensión, ajustable en los muelles y en la válvula de compresión, con una distancia entre ejes un poco mayor y las nuevas llantas de aluminio con los neumáticos Pirelli, mejora la precisión en la trazada y la estabilidad. En cuanto a los frenos, incluye de serie un módulo de ABS que ofrece una potencia y un tacto aún más efectivo.
La nueva Tiger Sport 1050 destaca por sus nuevas ópticas de cuatro lámparas con reflectores y por el novedoso basculante monobrazo; el acabado de la zona trasera es más llamativo. Además va a estar disponible con nuevos colores blanco y rojo que le otorgan un aspecto más deportivo.
En la instrumentación se encuentra una piña de mandos que permite manejar todas las funciones del cuadro sin retirar la mano del manillar. Otros detalles son las costuras del asiento de contraste, los herrajes de aluminio para las maletas y la tornillería del motor y la tija. También el manillar y los contrapesos se han diseñado para acentuar el estilo deportivo de la nueva Tiger.