Según información aparecida en el Faro de Vigo, Rafael Blanco Guerreiro era un enamorado de la marca italiana Vespa. Reunió una veintena de motocicletas de esta casa e incluso tuvo el placer de conducir un Vespa 400, un minúsculo coche biplaza descapotable que la marca italiana comercializó exclusivamente en Francia, por lo que apenas hay alguno en España. Pero no es la única joya de Vespa con la que se hizo Rafael Blanco; en su afán de coleccionista también consiguió un ejemplar del primer modelo sacado por la marca, a principios de los años 50, o con una rarísima Vespa militar equipada con lanzamorteros, que se utilizó en la guerra de Indochina. Todas estas piezas forman parte de la sección central de la muestra de motos antiguas que se inaugura este mediodía en Cambados.

La exposición la organiza la asociación Motos Vellas do Salnés, y es un homenaje a Rafael Blanco, que fue secretario del colectivo hasta su muerte, en septiembre pasado. Se encuentra en el salón de congresos y exposiciones José Peña, y consta de entre 80 y 90 motos, que pertenecen a los socios del club.

La parte central de la muestra la integran los vehículos de Blanco, pero otra de las que sin duda llamarán la atención de los nostálgicos y los curiosos es la dedicada a las motos de fabricación española, como las populares Lambretta, Bultaco o Montesa, y otras menos conocidas por el gran público, como Roa o Minsa, pues hay pocos ejemplares.

Otra de las secciones más atractivas es la de las motocicletas dotadas de sidecar. En ésta se podrá ver por ejemplo una BMW con ametralladora utilizada por el ejército nazi en la Segunda Guerra Mundial, cuyo valor de mercado se sitúa entre los 30.000 y los 36.000 euros.

También hay un área de moto internacional, y en ella el público podrá ver desde modelos exclusivos o una BMW R4, una Harley de los años 40, una Ariel 500 de 1951 o una Norton.