Estos jóvenes, tienen entre 25 y 27 años, usuarios de motos eléctricas, conocían bien «las dificultades para recargarlas. Las baterías de las motos más pequeñas pesan mucho y no te las puedes subir a casa, y las de las grandes, directamente, no se pueden sacar», explica Luis Cejalbo. Eso, unido a su común idea de emprender «desde siempre, porque somos amigos desde el colegio», ha dado como resultado el desarrollo de un punto de recarga para interior, que, básicamente, es «cajetín antivandálico, en el que, además, caben todos los elementos necesarios para la recarga. Sólo hay que enchufar el conector que viene con el vehículo, coche o moto», afirma Cejalbo.
Intalación incluida
Pero la disponibilidad es tan importante como el precio, por eso también querían «conseguir un conector a un precio competitivo frente a otras empresas para las que esto es sólo una cosa más de todas las que hacen. Estamos en condiciones de hacerlo por 1.000 euros, instalación incluida. Más o menos, la mitad que nuestra competencia», asegura.
Paralelamente, se han dado a conocer. «Hemos visitado todos los concesionarios de motos y coches eléctricos de Valencia, y firmado acuerdos con distribuidoras de motos para que incorporen nuestros productos en sus catálogos», relata Cejalbo.
Mapa de clientes
Sus clientes pueden estar en toda España, de hecho ya han hecho instalaciones en Barcelona, Madrid y Sevilla, porque también han creado una red de instaladores. «Tenemos unos 25 electricistas a los que hemos impartido formación sobre nuestros equipos».
Y saben, también, que el mercado juega a su favor: «Ahora mismo está basado sobre todo en motos y bicicletas ''enchufables'', pero, en general, quien se compra una moto y sabe cuánto ahorra, quiere que su próximo coche sea también eléctrico», concluye.