La escasez de aparcamientos ha dejado de ser una excusa para estacionar los ciclomotores y motocicletas en lugares no permitidos. La creación de nuevas plazas específicas para este tipo de vehículos, cuyo uso en la capital aragonesa ha crecido exponencialmente durante los últimos años, ha ocasionado que el Ayuntamiento de Zaragoza haya comenzado a ser menos permisivo con las motos mal aparcadas en las aceras.
El estacionamiento en las zonas peatonales está permitido, siempre que se cumplan una serie de requisitos incluidos en la Ordenanza General de Tráfico del Consistorio, el primero de los cuales es la inexistencia de “espacios destinados específicamente a este fin”. Hasta ahora, era común la presencia de numerosos ciclomotores y motocicletas en las aceras, sobre todo en determinados puntos del centro de Zaragoza, como la plaza de España, el Coso, las calles del Casco Histórico o el entorno de la plaza de los Sitios.
Sin embargo, la creación de aparcamientos en esta zona ha aliviado el déficit de espacios que existía, por lo que la Policía Local ha comenzado a sancionar comportamientos con los que hasta ahora se era menos restrictivo, como disponer las motos sobre las aceras en batería, con escasa o nula distancia entre las mismas, o hacerlo en zonas de menos de tres metros de anchura. “Lo que es lógico es que haya motos aparcadas de forma incorrecta a pocos metros de una zona específica”, indican fuentes municipales.
“El Ayuntamiento ha realizado un gran esfuerzo en encontrar lugares donde crear nuevos aparcamientos para motocicletas, por lo que ahora se pretende animar a los motoristas a que aparquen en estas zonas y no en las aceras”, explican desde el departamento de Servicios Públicos y Movilidad del Consistorio. “El objetivo es regular el estacionamiento de estos vehículos para evitar que ocupen las aceras, donde entorpecen y molestan a los peatones”, añaden estas fuentes, que apelan al sentido común de los ciudadanos: “Los motoristas deben ser conscientes de que no pueden aparcar en la puerta del lugar al que acuden, sino en los espacios habilitados para ello. Es una cuestión de respeto entre los usuarios de la vía pública”, añaden.
Déficit de plazas
Aun así, los aparcamientos siguen siendo insuficientes para el elevado número de motos que circulan por Zaragoza. La capital aragonesa cuenta con alrededor de 2.500 plazas para este tipo de vehículos, mientras que el parque de ciclomotores y motocicletas ronda los 45.000. Una diferencia enorme entre oferta y demanda que obliga a numerosos conductores a seguir aparcando sobre las aceras, una conducta que sí está permitida, siempre que no haya aparcamientos cerca y se cumplan una serie de normas.
Según la ordenanza municipal, “las motocicletas, ciclomotores y bicicletas podrán estacionar encima de las aceras, paseos o andenes de más de tres metros de anchura, de forma paralela al bordillo y a una distancia de cincuenta centímetros de la calzada”. Además de la obligación de que estén aparcadas en la dirección de la circulación para que resten menos espacio a los peatones, también existe el requisito de que “la distancia longitudinal mínima entre dos vehículos de este tipo sea de dos metros”, una norma que en raras ocasiones se cumple.
Aparcamientos en las aceras
Además de crearse nuevas plazas para motos en determinadas zonas de la calzada, también se han pintado aparcamientos en algunas aceras con el fin de concentrar estos vehículos en lugares apropiados, zonas peatonales anchas en las que no molesten a los viandantes. Así se ha hecho en zonas como las Esquinas del Psiquiátrico o la calle de Juan Pablo II -junto al Servicio Provincial de Educación-, donde ya se han pintado plazas sobre las aceras.