Los agentes estarán repartidos en la avenida del Cid, el puente de Exposición, la plaza Porta de la Mar y otros lugares estratégicos de entrada y salida de la plaza del Ayuntamiento. Los controles se centrarán en revisar la documentación del seguro, la ITV y el Impuesto de Circulación, así como comprobar que los cascos que llevan los conductores están homologados.
Debido a la premura de tiempo y las miles de motos que pasan en unas horas, es complicado que se realicen controles de sonometría, aunque las mismas fuentes apuntaron que sí se harán «si se comprueba que no tienen los silenciadores correctos o van a escape libre».
Los controles se mantendrán durante todas las fiestas, al igual que las inspecciones de las churrerías y puestos de buñuelos. A partir de mañana ya se pueden colocar estos puestos, posiblemente menos que en 2012. El ayuntamiento había autorizado hasta ayer 158 establecimientos, frente a los 180 del pasado año. En la plaza de Vannes abrirá uno especializado en productos para celiacos.
A partir de hoy, la fiesta ya no para hasta el día 19 de madrugada. El lunes, las comisiones tienen permiso para sacar las primeras piezas a la calle, siempre que no supongan un problema para el tráfico. Esto será especialmente importante para cumplir los plazos de la plantà en Especial, lo que cada día se vuelve más complicado.
Desde el próximo martes, será el turno de las 240 carpas, que de manera progresiva cortarán las calles. En algunos casos se retrasará al afectar a vías principales, como es el caso de la instalación de Convento Jerusalén.