Los wheelie, caballitos, jacos o como queráis llamarlos se producen en una motocicleta cuando la resultante de la fuerza de aceleración y del peso, medido desde el centro de gravedad, está por encima del eje de giro de la rueda trasera. Lo entenderéis mejor con el siguiente ejemplo gráfico (ver imagen inferior).
La fuerza ficticia horizontal, que es igual a la de aceleración por la masa; y la vertical o peso de la motocicleta producen una fuerza resultante. Si esta fuerza pasa por debajo del centro de la rueda trasera o eje de giro, la motocicleta se mantendrá estable. Sin embargo, si la resultante está por encima, la motocicleta pivotará sobre la rueda trasera produciéndose el peligroso caballito.
Los wheelies se evitan de manera electrónica y para ello la centralita toma parámetros de la marcha engranada, régimen de giro del motor, posición del puño del gas, acelerómetros y lo que es más importante, de los captadores del ABS que hay en cada rueda.
De esta forma, comparando la velocidad de rotación de la rueda delantera y de la trasera, es capaz de detectar si la parte frontal ha perdido contacto con el asfalto, limitando la potencia disponible en el propulsor y manteniendo la motocicleta bajo control.
Como muchos avances, la tecnología que ya está disponible en algunos modelos proviene directamente de la competición. De esta forma los pilotos puede acelerar a fondo siendo la moto la encargada de aplicar la potencia exacta a la rueda trasera para maximizar la aceleración.
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