Una miseria que difícilmente hace viables unos negocios que están viviendo en buena medida de los talleres y de las excelentes ventas que hubo antes de que la crisis hiciera su aparición.

El techo lo marca el año 2006, con 335 vehículos de dos ruedas puestos en la calle. A partir de ahí, el descenso, sin frenos, fue espectacular, hasta llegar a las 89 unidades que se colocaron el año pasado.

Y todo ello a pesar de tratarse de un medio de transporte económico y ecológico que es visto con muy buenos ojos por las Administraciones públicas, que sin embargo no han mirado por él con la preocupación -justificada- que existe por el desplome de las ventas de coches. Es conocida la tremenda situación que viven los concesionarios de automóviles en toda España, y Santiago no es una excepción. Los números, siendo dramáticos, pueden considerarse menos malos que en las motos, porque si en el 2006 se vendieron 3.918 coches, el año pasado fueron 1.753.

Vehículos industriales

Pero hay otros datos de matriculación más escandalosos si cabe que reflejan muy bien la situación que estamos vivienda. Entre el 2005 y el 2007 se repitieron las ventas de tractores industriales: 41 cada año. El año pasado, seis. En camiones y furgonetas, tres cuartos de lo mismo: 699 se vendieron en el 2005. En el 2012, 196.

Entre tanto erial, un dato esperanzador. ¡En febrero se matricularon 9 motos! El año pasado habían sido solo dos.

La Voz de Galicia