Con el objetivo de reducir los accidentes de tráfico debido a la velocidad excesiva a la que circulan todavía algunos vehículos por nuestras carreteras, en el año 2011 fallecieron 475 personas en accidentes de tráfico en los que la velocidad fue uno de los factores concurrentes, la Dirección General de Tráfico pone en funcionamiento un nuevo sistema que medirá la velocidad a la que circulan los vehículos en las carreteras tomada desde el aire.
Para ello se ha dotado a uno de los helicópteros de la DGT de un radar, el “Pegasus”, mecanismo y software incluido en la cámara de vigilancia que es capaz de controlar la velocidad de los vehículos y detectar infracciones desde el aire. Dicho radar ha sido verificado y homologado por el Centro Español de Metrología, organismo dependiente del Ministerio de Industria, Energía y Turismo.
Este sistema se utilizará principalmente para controlar la velocidad de los vehículos que circulan por las vías convencionales, las que no tienen separación física entre los carriles de ambos sentidos, y en las que suele ser más difícil establecer controles con vehículos equipados con radar para denunciar a aquellos conductores infractores que no respeten la velocidad fijada en la carretera por la que transitan.
Para captar la velocidad, el helicóptero debe mantener una visión directa con el vehículo que se pretende controlar. El sistema puede detectar con extremada precisión velocidades de hasta 360 km/h.
Este sistema, pionero y no utilizado antes en otros países, resulta operativo incluso desde una altura de vuelo del helicóptero de 1.000 pies, más de 300 metros, y hasta una distancia, en línea recta con el vehículo controlado de 1 kilómetro.
El radar, consta de dos cámaras, una panorámica que facilita el seguimiento y captación de la velocidad, y otra de detalle, dotada con un teleobjetivo, que permite leer la matrícula del vehículo.
Este es el primer sistema que existe a nivel mundial, certificado para poder usarse en vigilancia de carreteras. Una vez más la DGT es la referencia a nivel mundial en el empleo de helicópteros para la mejora de la seguridad vial.
Ha sido un largo proyecto, de más de 6 años de trabajo, que ha involucrado al fabricante del producto (Wescam), a la autoridad certificadora el Centro Español de Metrología (CEM), y a la Dirección General de Tráfico. Y si bien el fabricante del producto es canadiense, la idea, el impulso, el liderazgo del proyecto, el diseño del algoritmo de control y registro de la velocidad y la certificación final son netamente españolas.
Con respecto a un radar fijo, con el que se controla solo un punto concreto de la carretera, este sistema aporta la facilidad para vigilar cientos de kilómetros en un vuelo de apenas dos horas de duración. Desde el aire, con una mejor visión, se puede ser mucho más selectivo en el control de vehículos que circulen con exceso de velocidad o conductas temerarias, por todo ello la posibilidad preventiva y disuasoria que aporta este nuevo sistema es incomparable.
Ministerio del Interior