De igual modo, dos tramos de la N-2 en Barcelona y Gerona así como la mayoría de puntos del Arco Mediterráneo, la Comunidad de Madrid y algunos de Andalucía y Galicia suponen un coste "elevadísimo" para las administraciones públicas por causa de la gravedad de los accidentes que se producen en ellos, según indica el documento.
Por esta razón, el informe defiende que la inversión en mantenimiento y mejora de las condiciones de varios puntos de la Red de Carreteras del Estado puede llegar a suponer un ahorro en algunos tramos.
El informe señala que, de acuerdo a los últimos datos de la DGT presentados en 2012, cada muerto por accidente representa un gasto "social" para las arcas públicas de cerca de 1,4 millones de euros y alguien que resulta herido de gravedad requiere una inversión de 219.000 euros en conceptos que incluyen la hospitalización y el coste de tratamientos de rehabilitación.
La Comunidad de Madrid es la que tiene un mayor coste medio de accidentalidad por cada kilómetro de vía (140.000 euros) debido a la gran intensidad de tráfico y al menor número de kilómetros de vía frente a otras comunidades como Castilla-La Mancha o Andalucía. Le siguen la Comunidad Valenciana, con un coste de 105.721 euros por kilómetro y Cataluña (96.238 euros).
El informe identifica los tramos de carreteras en los que se produce un mayor número de accidentes con víctimas mortales o heridos de gravedad, y que, por tanto, tienen un mayor coste por accidentes, y los compara con los datos de inversión media en mantenimiento de cada kilómetro en esas carreteras.
El resultado indica que, de la inversión total en carreteras, que se obtiene sumando la inversión en mantenimiento y el coste de accidentalidad, en la Comunidad Valenciana solamente el 28 por ciento corresponde a mantenimiento de las vías mientras que el resto de la inversión se destina al "coste social" que suponen los accidentes graves.
Asimismo, Cataluña es la segunda comunidad más "desfavorecida", con un gasto en mantenimiento del 46,2 por ciento de inversión en carreteras, y Madrid ocupa el tercer lugar, con un 51 por ciento.
Por el contrario, en otras comunidades autónomas donde la inversión en carreteras supera "con creces" el coste por los accidentes son Extremadura (81 por ciento), Cantabria (80,1 por ciento) y Asturias (70,6 por ciento), según ha explicado Ruestes.
Así, el estudio concluye con la recomendación de que se de prioridad a la inversión en los tramos de carretera en que, con una inversión relativamente pequeña, se puede producir un mayor ahorro en vidas humanas, en número de heridos graves y, de este modo, en gasto económico que suponen los accidentes.
En este sentido, señala que, con mejoras y soluciones "sencillas", como mejorar la delineación, ampliar los carriles o construir una glorieta, en los tramos de carreteras donde el gasto por siniestralidad supera porcentualmente al de la inversión en mantenimiento se puede lograr un alto grado de eficiencia frente a otras mejoras en tramos con una relación mayor de inversión frente al gasto por accidentes.
El objetivo del estudio, según han explicado sus impulsores, es lograr que las inversiones en el mantenimiento de carreteras de la RCE sea "lo más eficiente posible". El director de programas de la Fundación RACC ha explicado que, en el marco presupuestario actual (se ha reducido un 38% la inversión en carreteras desde 2009), España "no se puede permitir" hacer inversiones en que el retorno no sea el máximo. "La eficiencia debe ser capital", ha concluido.