El Ministerio de Fomento está procediendo a dar de baja contratos de luz y a apagar farolas en parte de la red viaria gallega con el objetivo de reducir la tarifa eléctrica que paga anualmente. Se trata de una política de eficiencia que, según el departamento que dirige Ana Pastor, no supone un problema para el tráfico porque la normativa vigente no obliga a mantenerlas encendidas salvo en casos concretos. Además, Galicia se suma a otras comunidades en las que también se están llevando a cabo estas medidas.
La medida de apagar la luz en autovías y carreteras nacionales dependientes del Ministerio de Fomento ya se remonta a la época de José Blanco. De hecho, en abril de 2011 se presentó un plan de ahorro y eficiencia energética en el transporte en el que se admitía que ya se habían apagado en los meses anteriores casi 15.000 puntos de luz en la red viaria española.
El ministerio situaba el ahorro en el consumo de energía en 1,35 millones de euros y aseguraba que no había provocado «ningún coste». Esta apuesta decidida por apagar alumbrado en las grandes vías de la comunidad es fácilmente visible para cualquier conductor que circule por las noches. Unas de las ‘víctimas’ de esta política están siendo las rotondas de las carreteras nacionales. «Esto se puede ver en algunas de la N-525 [Santiago– Ourense]; las torres centrales están apagadas», comenta un conductor que circula habitualmente por esta carretera.
Pero también se está generalizando una especie de apagado selectivo, de forma que en un determinado trayecto solo queda encendida una parte del alumbrado. Cada vez es más habitual que un conductor se encuentre que dos de cada tres farolas están sin funcionar. Es lo que sucede, por ejemplo, en el acceso a Santiago por el vial periférico.
CONTRATOS
Pero las medidas de ahorro impulsadas por Fomento van más allá. En los últimos meses también se están dando de baja las vinculaciones con las compañías eléctricas que aportan suministro. El razonamiento es lógico: si esas farolas van a permanecer apagadas y no se prevé a medio plazo volver a encenderlas, tampoco tiene sentido seguir pagando periódicamente el alquiler de potencia en la factura. «Sí estamos dando de baja nuestros contratos con Fomento», confirma una compañía eléctrica que opera en Galicia.
No obstante, fuentes del sector consideran que esto no implica que el ministerio «se quede sin suministro en las vías», ya que la iluminación en éstas forma parte de los considerados «suministros esenciales». «Supongo que tendrán que contratar ahora con una comercializadora de último recurso », explican estas fuentes. La tarifa de último recurso es aquella que no está sujeta a los precios del mercado, sino que tiene unos máximos fijados por la propia Administración.
En todo caso, el Ministerio de Fomento recuerda que la normativa en vigor permite apagar las farolas en la mayor parte de la red viaria. Únicamente obliga a mantener iluminados los túneles en las carreteras estatales. Y, «adicionalmente », también se considera prioritario que el alumbrado esté operativo «en tramos de alta intensidad de tráfico o porque lo requiera la complejidad de la vía, como en tramos de concentración de accidentes o en nudos viarios».
El departamento estatal insiste en que la decisión de apagar una parte del alumbrado en autovías y carreteras nacionales «cumple la normativa vigente».
Infoaec.com