Organizada por el Clube de Motos Antigas Terras de Padrón, que preside Manolo Azpiazu, la ruta citó a moteros de toda la comarca del Sar y de distintos puntos de Galicia, como A Coruña, Tomiño, Ourense, Carballo y Ferrol, entre otros. La nota extranjera la pusieron los clubes de Portugal, que movilizaron doce motos y, además, «as mellores», según reconoció Azpiazu. De Portugal procedían las tres máquinas más antiguas, que datan de alrededor de 1930.
El día amaneció gris pero, ni así, los que gustan de la ruta se desanimaron. Bien abrigados, hicieron un recorrido de 83 kilómetros por varios municipios del Sar y otros limítrofes, con zonas llanas pero también cuestas, donde le sacaron la «carbonilla» a las máquinas.
Harley Davison, BSA, Norton o BMW, máquinas de marca con más de 25 años de antigüedad, algunas con sidecar, y todas con un sonido inconfundible. «A miña vai como un seda», decía un participante por su moto. Hubo quien la encendió el día anterior pero, aún así, ayer la máquina le respondió.
Apenas tres o cuatro se quedaron en el camino, que abría y cerraban dos vehículos de la Agrupación de Protección Civil de Padrón. Tras la ruta, los aficionados compartieron una comida, en la que entregaron premios a la moto más antigua; al mejor sidecar; a la mejor conservada en su estado original o al club más lejano, que era de Portugal.
El día valió para que otros aficionados a los motos, en este caso de gran cilindrada, se acercaran hasta Padrón.