La directora de la DGT, María Seguí, ha lamentado que el parque de vehículos de España sea el segundo más antiguo de Europa por detrás de Grecia, y ha constatado que actualmente el 50% de los vehículos en España tiene más de 9,5 años, lo que incide en la seguridad vial, porque no incorporan los últimos avances técnicos que "hacen la diferencia entre la vida y la muerte".
"La calidad del parque en términos de seguridad vial ha descendido debido al envejecimiento, y la tendencia actual de matriculaciones hace que la situación pueda empeorar", ha manifestado Seguí.
La responsable de la DGT ha explicado que en 2011 en España hubo 2.060 fallecidos por accidente de tráfico, además de 22.184 heridos graves y 548.777 leves, y ha destacado que las últimas tecnologías de control de estabilidad (ESP) podrían salvar a cerca de 600 personas cada año, lo que supone una tercera parte de las víctimas mortales.
Entre las acciones que llevará a cabo la DGT, Seguí ha destacado la necesidad de informar al titular de un vehículo sobre las características técnicas de su coche para que tome conciencia de los riesgos que corre, así como recordarle cuándo caduca su ITV y elaborar un documento de trazabilidad (fabricación, historial de reparaciones, y siniestros, entre otros aspectos) para que cuente con una información validada sobre el estado del coche en caso de querer venderlo.
TALLERES IRREGULARES E ITV
Asimismo, ha señalado que otra misión importante de la DGT es erradicar la ilegalidad y acabar con los talleres irregulares, la venta ambulante, los vehículos manipulados y los números de bastidores modificados, lo que puede hacer que el consumidor sea "una víctima fácil de una situación poco vigilada".
También ha hecho hincapié en la necesidad de controlar y prohibir la circulación de vehículos sin ITV, por lo que ha recordado que desde Semana Santa los radares de control de velocidad también detectan a los coches con la ITV caducada para informar a sus conductores, de momento sin sanción.
Asimismo, ha anunciado que la DGT aumentará la longitud máxima de los camiones a 4,5 metros y su peso a 44 toneladas --como permiten otros países europeos, y que Cataluña está aplicando como prueba piloto--, y que eliminará burocracia fomentando las gestiones telemáticas.