Los eurodiputados han votado a favor de extender las inspecciones obligatorias a las motocicletas a partir del 2016 y a los ciclomotores a partir de 2018, a no ser que la Comisión concluya que las inspecciones a los ciclomotores son inefectivas.
Los diputados han respaldado así la propuesta de la Comisión de ampliar las inspecciones periódicas a motocicletas y ciclomotores, así como a algunos remolques y promover un sistema basado en niveles de riesgo a la hora de realizar las inspecciones en carretera de vehículos comerciales.
Por su parte, los remolques que pesen más de dos toneladas y los remolques de caravanas superiores a 750 kilogramos también deberían superar revisiones periódicas. Estas categorías de vehículos están, en la actualidad, excluidas del sistema común, por lo que sus inspecciones son competencia de los Estados miembros.
Los eurodiputados abogan por mantener los estándares actuales para los remolques de más de 3,5 toneladas y sugieren mantener el requisito mínimo actual de cuatro años para la primera inspección técnica de los coches, a las que se sucederán controles cada dos años.
Con el fin de mejorar eficiencia de las inspecciones en carretera de vehículos comerciales, los eurodiputados han respaldado también la propuesta de crear un sistema de evaluación del riesgo de manera que las empresas se clasificarían de acuerdo con los resultados de sus vehículos en las inspecciones técnicas.
Los vehículos de mayor riesgo serían objeto además de inspecciones en carretera por las autoridades de los Estados miembros.
Los eurodiputados también han votado a favor de almacenar los documentos de los vehículos en registros nacionales electrónicos porque entienden que facilitará el intercambio de información entre los Estados miembros y ayudará a combatir el comercio ilegal de vehículos robados.
La Eurocámara y los Veintisiete todavía tienen que llegar a un acuerdo sobre las propuestas.