En la selección de los tramos más peligrosos de España sólo se han tenido en cuenta los 25.835 kilómetros de carreteras que componen la Red de Carreteras del Estado (RCE), por lo que queda fuera de esta lista carreteras secundarias gestionadas por las comunidades autónomas, diputaciones y cabildos o ayuntamientos.
De los 180 tramos seleccionados por AEA, el kilómetro 238 de la A-7 es el que más accidentes y víctimas contabiliza en los cinco años que tiene en cuenta el informe. Mientras, en las autopistas de peaje, el kilómetro 147 de la AP-7, en la provincia de Barcelona, es el que peores cifras tiene, con 97 víctimas y 65 accidentes.
No obstante, pese a que estos dos son en donde más accidentes se han registrado en cinco años, aún hay tramos que puntuan peor en "peligrosidad". Esto es así porque para tener en cuenta qué tramo es más peligroso, se relaciona el número de accidentes ocurridos en él por el número de vehículos que han pasado. Es decir, aquellos tramos en donde más accidentes haya habido con menos vehículos circulando serán los más peligrosos.
Este ránking de tramos peligrosos lo encabeza el kilómetro 192 de la N-420 a su paso por Poblete (Ciudad Real), con un índice de peligrosidad de 1.498, superando con ello en más de 140 veces la media nacional. Le sigue en el ránking el kilómetro 772 de la N-630 en la provincia de Sevilla y el kilómetro 57 de la N-623 en Asturias.
AEA ha indicado que en el periodo 2007-2011 el Índice de Peligrosidad medio de la Red de Carreteras del Estado se ha reducido cerca de un 30 por ciento, aunque "todavía hay en las carreteras españolas demasiados puntos negros que es necesario corregir" y ha advertido de que "los recortes presupuestarios pueden retrasar la necesaria actuación en esas infraestructuras".
Asimismo, ha señalado que de los 180 tramos localizados este año, uno de cada cuatro ya aparecían como Tramo de Concentración de Accidente de alta peligrosidad en el informe que la asociación elaboró el año pasado, con cifras de accidentes hasta 2010, y sólo cinco están señalizados como "punto negro". Además, se ha quejado de que sólo se han detectado cinco radares de los más de 1.000 que tiene desplegados la Administración por todo el territorio nacional.