Este ingeniero, fundó la empresa Tech4Riders y desde 2006 trabaja en el desarrollo de chalecos con airbag.
"Nada le puede garantizar que no se va a morir en un accidente, no hay ninguna prenda en el mundo que le vuelva a uno inmortal; lo que le mata a uno es la energía del accidente (...), y la mejor manera es atenuando los traumatismos", explicó Acevedo.
Estos chalecos combinan dos sistemas mecánicos: "uno activo, el airbag, y uno pasivo, compuesto por espumas inteligentes", que permiten "obtener unos índices de absorción superiores al 90 por ciento de la energía del impacto", explicó.
El mecanismo de estos chalecos dispone de un innovador mecanismo que activa el airbag. Se trata de un sistema por el que una correa que se desprende de la propia prenda se fija al vehículo y logra detectar desde una caída hasta la expulsión del conductor o del pasajero de la moto a causa de un impacto.
En ese momento se activa el mecanismo: el interior del chaleco se infla por inyección de gas carbónico comprimido en cerca de una décima de segundo, velocidad de reacción calculada para proteger al motociclista de un impacto que puede resultar mortal.
Estos chalecos, según Acevedo, están dirigidos a “motociclistas de diario, a los que les gusta ir en moto a trabajar, que salen el fin de semana de paseo”, ya que, agregó, para motos GP se usan trajes especiales de competición con otras características.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los accidentes de tráfico constituyen la principal causa de muerte en el mundo entre jóvenes de 15 a 29 años y de estos el 70 % de los casos corresponde a motociclistas. Si no se toman medidas, la OMS prevé que el número de muertes por accidentes de tránsito llegará a 1,90 millones al año en 2020, un 53,22 % más que las 1,24 millones que se registran actualmente.
Solo en 2011 se registraron en Colombia 2.253 muertes de motociclistas, lo que representa el 39% de las víctimas de accidentes de tránsito, además de 18.095 heridos, según el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, en un país donde oficialmente están registradas para la circulación 4,85 millones de motocicletas. El chaleco, cuyo precio, dependiendo del modelo, varía entre los 170 y 430 dólares (de 130 a 330 euros), ofrece protección complementaria con poliéster de alta resistencia y gomas en los hombros, espalda, codos y rodillas fabricadas con material viscoelástico, inicialmente desarrollado por la NASA para proteger a los astronautas.