La venta de motos ligeras se redujo un 7,6% en el primer semestre del año, hasta 27.513 unidades, debido al aumento de la tasa de paro entre los menores de 24 años que, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), se situó en el 56,1%, tres puntos más que hace un año.
El mercado de motos ligeras -aquellas con una cilindrada de 125 centímetros cúbicos o inferior- es muy sensible a la evolución del mercado laboral juvenil, ya que los más jóvenes suelen adquirir estas motos cuando consiguen su primer empleo, al tratarse de un medio de locomoción muy económico que proporciona autonomía en entornos urbanos.
Sin embargo, a pesar de que el número de menores de 24 años sin empleo se redujo (-2,5%) con respecto al año pasado, la matriculación de motos ligeras sigue sin mostrar signos de mejoría, dado que cada vez son más los jóvenes que abandonan toda esperanza de encontrar un trabajo, lo que precipita el descenso de jóvenes en activo, con 135.000 menos en los últimos doce meses.
La debilidad en la venta de motos tiene su explicación en un motivo puramente económico, ya que la inmensa mayoría de los contratos que se realizan a jóvenes son temporales, incluso para periodos muy concretos que no superan los seis meses.
Todos estos factores "mantendrán a medio plazo", según el director general de AutoScout24, Gerardo Cabañas, "la debilidad en la venta de motos ligeras, que se está desplazando hacia las de segunda mano, por sus precios más asequibles y su garantía en la compra a un profesional".
De hecho, los datos facilitados por el IEA confirman esta tendencia, ya que hasta junio se vendieron 38.996 motos usadas, un 10,5% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior.
Europa Press