El director del SCT, Joan Josep Isern, ha anunciado hoy en rueda de prensa que plantearán esta propuesta a la DGT en septiembre, con el objetivo de que, si lo consideran oportuno, la puedan incorporar en el nuevo decreto sobre normativa de Tráfico, que podría aprobarse en 2014.

En Francia, donde esta obligación se aplica desde el año 2012, se ha empezado a sancionar este año a los motoristas que no llevan los reflectores en el casco con multas de 135 euros y la retirada de tres puntos del permiso de conducir.

En Cataluña, donde la Generalitat no tiene competencias para obligar a los motoristas a llevar reflectores, el Servicio Catalán de Tráfico ha impulsado una campaña en la que repartirá de forma gratuita más de 10.000 kits con cuatro reflectores para que los motoristas los puedan pegar en su casco.

Isern ha destacado la importancia de que los motoristas utilicen estos reflectores para hacerse visibles en la carretera, ya que, según las estadísticas, más de la mitad de los conductores de vehículos de cuatro ruedas que se ven involucrados en un accidente con una moto admiten que no vieron a la motocicleta.

Factores de riesgo

Paralelamente, Isern ha anunciado que también plantearán a la DGT que incorpore en la nueva normativa de Tráfico que la formación para obtener el carné de conducir, tanto de coches como de motos, prácticas sobre factores de riesgo, como las que su departamento quiere implantar en los próximos meses en los alumnos de Secundaria que tienen carné de motocicleta.

La campaña para entregar reflectores a motoristas es la primera medida adoptada por el grupo de trabajo impulsado por el SCT a raíz del repunte de la mortalidad de motoristas en Cataluña, ya que en lo que llevamos de año han fallecido en las carreteras catalanas un total 22 motoristas, frente a los 15 del mismo período del pasado año.

Isern ha admitido que se tienen que adoptar medidas para invertir esta tendencia, aunque ha destacado que en el conjunto de la siniestralidad viaria los datos siguen siendo cada año mejores, ya que en total, en lo que llevamos de año, han fallecido 79 personas en las carreteras catalanas, frente a las 122 del mismo período del año pasado.

De hecho, la mortalidad de los motoristas supone el 28 % del total, por lo que el SCT ha creado un grupo de trabajo con expertos para que propongan medidas para tratar de reducir la siniestralidad en vehículos de dos ruedas.

ABC