La cooperante en la Misión Católica Fo-Bouré de Benín, Melania Herrero regresó ayer de la misión y nos manda unas fotografías que, por sí solas, nos muestran una realidad de la que no podemos escapar sin reaccionar, o cuando menos “pensar”.
Melania Herrero nos pasa una fotografía sobre una de las motocicletas de uso operativo en la zona, con la pegatina de la campaña de la organización ciudadana Asociación Mutua Motera “Ajustado y Abrochado”.
Una pequeña entrevista para saber algo más:
Juan Carlos: Sabiendo que me muevo en el mundo de la seguridad vial, en especial la de los motoristas… ¿Qué panorama has visto?
Melania: Pues no sé... aquello era muy pobre, tener moto era fundamental en sus vidas, el único medio de locomoción al que podían acceder con sus ingresos y que les servía como medio de transporte de lo que fuera, vacas, cabras, colchones...y ¡el casco era un lujo!
Las carreteras nacionales eran horribles, llenas de socavones, que cuando eran más grandes de lo normal, plantaban un árbol en esos agujeros como medio de seguridad para no caer con las motos o los coches.
Juan Carlos: ¿Has visto la foto de la moto con hombre, mujer y dos niños?
Melania: No, ¡van tres niños!. ¡Hay dos cabecitas juntas!
Para reducir velocidad al pasar por las aldeas ponían badenes super pronunciados que como no supieras ya de antemano que había alguno, metías un bote!!!!
Si había un camión que había pinchado o se había estropeado, que eso era continuo, pues ponían el triángulo de peligro que casi nadie llevaba y troncos o ramas de árbol en la calzada para avisar de que había peligro.
Juan Carlos: ¡Pocos accidentes había para el enorme caos que se ve diariamente!
Melania: Mira en esta foto aparece la familia del campamento Pel con la moto de fondo. Fijate en la pegatina del casco...
Juan Carlos: ¿Misión que tenías?
Melania: Pues conocer a esa gente y su cultura, compartir tiempo jugando y acompañando a los niños que estaban solos por la calle porque sus padres trabajaban y no podían hacerse cargo de ellos, organizar la farmacia de la misión y describir con detalle todos los medicamentos, indicaciones y posología para que desde allí se repartieran porque la sanidad y medicamentos cuestan mucho dinero que no pueden pagar. Lo de los partos no ha podido ser...¡han sido todos de noche y no nos avisaban!
Curar a todo el que lo precisaba... ¡vaya heridas e infecciones hemos visto!
Ir todas las tardes, a diferentes aldeas, donde se celebraba la misa y te recibían como si fuéramos los Reyes de Cualquier país… Organizar toda la ropa que llevábamos desde España para poder repartirla después… y un largo etc.
Bueno, con estas palabras y dejándome en la reflexión… desde este mundo… donde todo es más sencillo… a todos aquellos que os implicáis más allá de nuestras cómodas sociedades… GRACIAS.
JCTR… gracias por leerme… gracias por reflexionar…