La limitación ya resultaba sospechosa porque se indicaba en unidades de medida que excluyen el Sistema Internaciona y se basaba en la particular forma de medir en pulgares, pies y millas de los británicos. Un límite de velocidad de 115 km/h (70 mph) puede resultar sensato para el Reino Unido, pero sería un dispendio económico para el resto de Europa. Ver artículo original de la polémica en el Dailymail.
Según sendos artículos, los coches tendrían unas cajas negras que, al detectar una velocidad superior a 120 km/h "activarían los frenos del vehículo". ¿Activar los frenos del vehículo para ajustar la velocidad? Todo el mundo sabe que los controles activos de velocidad actuan sobre el régimen del motor a través de su centralita y no sobre el sistema de frenos. De lo contrario una avería del sistema podría provocar un accidente.
La Comisión Europea ha tenido finalmente que salir al paso para desmentir la información. Al parecer, "La Comisión no ha presentado - y no tiene en proyecto - incluso una recomendación no vinculante, por no hablar de nada más". Aunque menciona que se estan elaborando estudios técnicos que indican que es viable limitar la velocidad de los turismos.
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Pueden leer el comunicado oficial de la Comisión Europea aquí.