El director general del Instituto de Seguridad Vial de la Fundación Mapfre, Julio Laria, ha dado a conocer estos datos en Pamplona en una rueda de prensa en la que se ha presentado el vídeo "Ciclistas y seguridad vial" que protagoniza el exciclista Miguel Induráin y que tiene como objeto reducir la siniestralidad vial de los ciclistas.
El propio Induráin y el consejero de Presidencia, Justicia e Interior del Gobierno de Navarra, Javier Morrás, han participado en la presentación del vídeo fruto de la colaboración entre ambas entidades, que será utilizado como material de apoyo en iniciativas de educación vial.
En Navarra el 3,5 % de los fallecidos en accidentes de tráfico son ciclistas, según Morrás, quien ha indicado que la Estrategia de Seguridad Vial del Gobierno de Navarra se marca como objetivo incrementar en 15.000 los ciclistas al año, pero sin aumentar la tasa de mortalidad.
En el acto Laria ha dado a conocer los primeros datos de siniestralidad vial ciclista en la Unión Europea pertenecientes al proyecto BIKE-PAL, promovido por la Comisión Europea y en el que participa esta entidad, para implantar buenas prácticas que contribuyan a mejorar los niveles de seguridad en este colectivo.
En concreto ha destacado que pese a que los accidentes en los que se han visto involucrados ciclistas y el número de heridos se han incrementado en España, el número de fallecidos (49) se ha reducido en un 19 %. De ese modo, España tiene una tasa de mortalidad (número de ciclistas fallecidos por millón de habitantes) de 1,3, la menor de Europa.
Según el informe, una gran mayoría de los accidentes (el 70 %) sucedieron en zonas urbanas y principalmente durante los meses de junio, julio y agosto.
También indica que un alto porcentaje de los ciclistas (75 %) perdieron la vida en la carretera, una circunstancia que por lo general se produce como resultado de una colisión con turismos (50 %), en impactos contra vehículos pesados (25 %) y por una caída del ciclista cuando circulaba solo (20 %).
Laria ha incidido especialmente en este último dato que ha calificado como sorprendente y que, según ha dicho, debe llevar a pensar qué hacer para reducir ese porcentaje.
De las víctimas mortales, nueve de cada diez fueron hombres y un 18 % tenía menos de 20 años. Al respecto tanto Laria como Morrás han apuntado que hay dos colectivos especialmente sensibles entre los ciclistas, los niños y las personas mayores.
Para reducir la siniestralidad Laria ha insistido, entre otras cuestiones, en la importancia del uso del casco, un elemento de seguridad que según su fundación previene dos de cada tres lesiones en la cabeza y que, según constata el estudio "Münster" realizado recientemente entre 320 ciclistas accidentados en esta ciudad alemana, "es claramente efectivo en las lesiones leves y muy eficaz en las graves".
Induráin, por su parte, ha insistido en que lo fundamental es "dar información al que pretende ser usuario de la bicicleta" y hacerle "saber que la bicicleta tiene un riesgo" y luego que "cada uno sea libre de elegir" si utiliza el casco para andar por ciudad o no.
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