El caso más sorprendente es el de Cáceres, la tercera ciudad de la UE que más días de media sobrepasó los umbrales recomendados de ozono (98 días). También destacan Madrid y Barcelona que no respetaron los techos permitidos de NO2, producido en gran parte por los vehículos diésel, durante 39,9 días y 36,9 días, respectivamente, lo que situó a estas ciudades en undécima y vigésimo cuarta posición.
La Comisión Europea estima que cada año mueren prematuramente 400.000 personas a causa de enfermedades relacionadas con la contaminación, con un impacto directo para la economía que cifran en 100 millones de días de trabajo perdidos, un coste en términos de productividad de 15.000 millones de euros y un incremento de la factura sanitaria de 4.000 millones.
El Ejecutivo comunitario anunció que pretende revisar la normativa sobre calidad del aire y los límites nacionales de emisión.