Cataluña quiere que el uso del casco sea obligatorio para los menores de 16 años y los mayores edad que utilicen la bicicleta como vehículo de trabajo. Así lo ha propuesto el director del Servicio Catalán de Tráfico (SCT), Joan Josep Isern, ante la Comisión de Seguridad Vial y Movilidad Sostenible del Congreso. También aboga por que en la franja de edad entre los 16 y los 18 años decidan los padres.
El uso de la bicicleta se ha visto favorecido por la crisis y el SCT está trabajando con distintos agentes sociales para que se convierta en un medio de transporte generalizado, sostenible y seguro. Es por eso que el Plan estratégico de Seguridad Vial 2014-2020, que el SCT está ultimando, se centra, entre otros aspectos, en la promoción de la bicicleta sin accidentes aunque Isern ha admitido que no se han registrado cifras alarmantes de siniestralidad. Desde enero han fallecido cinco ciclistas en zona interurbana, tres menos que en todo 2012, aunque unos 60 han resultado heridos de gravedad.
De hecho, Isern ha remarcado que la siniestralidad de los menores de 30 años, la generación que más utiliza la bicicleta para desplazarse por ciudad y por carretera, se ha reducido un 80% respecto al año 2000.
Con todo, ya se han sancionado a los primeros conductores que no respetan la distancia mínima de 1,5 metros al avanzar a los ciclistas zona interurbana. Además, el SCT apuesta por la segregación de vías de un límite de velocidad superior a los 30 kilómetros por hora para proteger a este vulnerable colectivo.
En la misma línea, el SCT ha colaborado con los ayuntamientos en la elaboración de 154 planes locales de seguridad vial, que tienen la pacificación de las vías urbanas como una de las prioridades. También se han formado más de 20.000 alumnos de Primaria y Secundaria a través de los parques de educación vial de ciclomotores y bicicletas.
Otra de las medidas presentadas por este organismo, que depende de la Consejería de Interior, es la creación inminente de un grupo de trabajo que defienda, entre otros, el acceso de las bicicletas plegables en los autobuses, el metro y los trenes.
INICIATIVAS GLOBALES
Paralelamente, el SCT analiza iniciativas que se llevan a cabo en otros lugares del mundo, como los chips antirrobo impulsados en Holanda, la promoción de los chalecos reflectantes que se hace en Bruselas, la prohibición de circular por las aceras que hay en Nueva York o las zonas avanzadas para ciclistas implantadas en Dinamarca (en Barcelona ya existen para ciclomotores y motocicletas).
Precisamente, y siguiendo el ejemplo de Nueva York, el director del SCT ha abogado por la obligatoriedad del uso del casco para los mayores de edad cuando la bicicleta sea un vehículo de trabajo o para desplazarse a él. Otra de las medidas que gusta a Isern es la posibilidad de que entes públicos y privados dispongan de aparcamiento y duchas para los trabajadores que van al trabajo en bicicleta a trabajo.
Fuente: 20minutos