El Gobierno Vasco ha puesto al frente de la Jefatura de
Tráfico de la Ertzaintza a Antonio Fontaiña, un mando que, en 2008, fue destituido como
'número dos' de asuntos internos por falsear datos en un recurso que
presentó tras ser multado por exceso de velocidad. Fontaiña
argumentó que, al cometer la infracción, su vehículo era conducido por
un ciudadano "del Este". Tráfico no le creyó.
El parlamentario vasco del PSE Mikel Unzalu ha preguntado al consejero de Administración Pública y Justicia, Josu Erkoreka, si considera que el reciente nombramiento del jefe de Tráfico de la Ertzaintza es "acorde con la letra y el espíritu del Código Ético y de Conducta de los altos cargos" aprobado por el Ejecutivo.
Tras señalar que la formación socialista ha conocido que se ha puesto al frente de la Jefatura de Tráfico a un mando que en 2008 fue "destituido de su alto puesto en Asuntos Internos por falsear datos en un recurso que presentó tras ser multado por exceso de velocidad", Unzalu pregunta si el Ejecutivo considera que este agente "es la persona más idónea para mandar a los policías que ponen las multas de circulación".
En su escrito, el PSE recuerda que es que el Gobierno Vasco ha aprobado un Código Ético y de Conducta de los cargos públicos y personal eventual de la Administración, en el que "puede leerse que los principios del Código Etico y de Conducta se estructuran en imparcialidad y objetividad, responsabilidad por la gestión, transparencia y gobierno abierto, honestidad, desinterés subjetivo, respeto y ejemplaridad".
Por todo ello, pregunta si el Gobierno estima que el nombramiento de este profesional es acorde con "la letra y el espíritu del Código Ético y de Conducta de los altos cargos aprobada por su Gobierno".