Según el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, la cifra de fallecidos es la más baja desde que comienza la serie histórica de estadísticas en 1960. Aunque hay que tomar en consideración que en 1960 (hubo 1.300 muertos) la cifra de vehículos en nuestras carreteras era 30 veces inferior.
MENOS DE 1000 ACCIDENTES MORTALES
Así, según los datos de los que dispone la DGT a 24 horas de producirse el accidente, 2013 ha acabado con 994 accidentes mortales en los que han fallecido 1.228 personas y 5.206 han resultado heridas de gravedad, lo que supone un descenso del 16% en el número de accidentes, del 13,3% en el de víctimas mortales y del 16% en el de heridos graves si lo comparamos con el año anterior. En el caso de los accidentes de gravedad, hablamos casi de un millar menos con respecto al año anterior y de casi 3.000 muertos menos que hace una década.
LAS CARRETERAS CONVENCIONALES LAS MÁS PELIGROSAS
Mientras que en las autopistas solo ha habido un 5 %, y en las autovías un 16% de los siniestro con fallecidos, las carreteras convencionales, aquellas con un carril en cada sentido de la circulación, siguen siendo las que acumulan una mayor siniestralidad. De hecho, el 80% de los fallecidos el año pasado se produjeron en estas vías.
Es por esto por lo que el ministro del Interior incidió en el consenso que existe a nivel parlamentario y desde el Gobierno en bajar los límites de velocidad en las vías secundarias. Mención aparte merece el límite de 130 km/h que se anunció hace tiempo y que no termina de concretarse. Más bien parece que, si se hace, será a largo plazo, a tenor de las explicaciones del ministro durante la presentación del balance de seguridad vial 2013. “No hay tal aumento de la velocidad máxima permitida en España, solamente se abre la posibilidad de que, en determinados tramos y con señalización y cuando coincidan determinadas variables pueda modificarse ese límite”, dijo el titular de Interior, lo que hace pensar que el límite 130 km/h ha sido solo un capote con el que distraer del grueso de medidas de la nueva Ley de Tráfico.
PERFIL DEL SINIESTRADO
Si hablamos de sexos se sigue manteniendo una mayoría de víctimas del sexo masculino: La proporción de varones sobre el total ha sido del 77%.
Por edades: La mayoría de los grupos de edad han descendido en el número de fallecidos, con la excepción del grupo de edad de 65 a 74 años, en el que han fallecido 10 personas más, lo que supone un incremento del 9 %.
Los mayores descensos se han producido en el grupo de 35 a 44 años, donde la reducción de víctimas mortales ha sido de un 25% y el grupo de 15 a 24 años, donde el descenso ha sido de un 20%. Hay que tener en cuenta que la franja de 35 a 44 años es la que mayor porcentaje de fallecidos presenta sobre el total.
POR TIPO DE VEHÍCULO
- Los fallecidos en ciclomotor descienden en 5 personas
- Por el contrario los motoristas fallecidos han aumentado de 186 a 188
- Los fallecidos en turismo descienden un 18% respecto al año anterior hasta los 590.
- Los usuarios de furgoneta también descendieron en 26 personas el número de fallecidos, situándose en un total de 49 muertos
- Bicicleta los fallecidos se reducen en 11 personas, pasando de 47 en 2012 a 36 en 2013
- Los peatones fallecidos aumentan de 132 a 138
- Los ocupantes de autobús aumentan de 1 en 2012 a 10 en 2013.
USO DE ACCESORIOS DE SEGURIDAD:
El 21% de los conductores y pasajeros fallecidos en turismos y furgonetas en 2013 no llevaban puesto el cinturón de seguridad. Si comparamos esta última cifra con el año 2012, este porcentaje aumenta hasta el 25% y hasta el 38% en 2004.
De los 188 fallecidos en motocicleta, 8 no utilizaban casco en el momento del accidente. En el caso de los 27 fallecidos en ciclomotor, 6 no hacían tampoco uso del casco. En el caso de los ciclistas, de los 36 usuarios de bici fallecidos, 10 de ellos no utilizaban casco, pese a ser obligatorio en vías interurbanas.
De los 23 niños hasta 12 años fallecidos en turismo o furgoneta, 15 usaban accesorio de seguridad —de los cuales 10 eran SRI— y 6 no utilizaban ningún accesorio.
Abrocharse el cinturón cuando se sube a un vehículo o ponerse el casco cuando se va en moto, ciclomotor o bici es un acto tan sencillo que al menos la mitad de los 161 fallecidos este año y que no hacían uso de estos dispositivos de seguridad se hubieran salvado. Por lo que el descenso de accidentalidad en el cómputo anual se ampliaría en 80 muertos menos, pasando de un descenso del 13% al 19%.