El presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), Mario Arnaldo, ha hecho una valoración "prudente" de este descenso pues aunque sea un dato "esperanzador", a su juicio, el hecho de que haya más de 1.100 víctimas mortales sigue siendo "una tragedia".
Además, ha pedido que se realice un análisis minucioso que revele por qué y dónde se ha producido este descenso en España, teniendo en cuenta que, según los datos recabados por la AEA, se observa un aumento de la velocidad media a la que conducen los españoles en 2013 tanto en carreteras convencionales (de 78,4 km/h a 79,8 km/h) como en autopistas y autovías (de 101,3 km/h a 101,7 km/h).
Finalmente Arnaldo pide al Gobierno que rediseñe el carnet por puntos pues, a su parecer, su efecto sensibilizador "se está perdiendo" y propone que la pérdida del derecho a conducir sea automática cuando se agote el saldo de puntos.
De otra parte, el responsable de seguridad vial del RACE, Jorge Castellanos, se ha referido a la antigüedad del parque automovilístico y ha pedido al Gobierno que impulse la compra de vehículos nuevos. También ha instado a realizar un esfuerzo especial en mantenimiento de carreteras convencionales que es donde se produjo el 80% de los accidentes con fallecidos en 2013.
Por su parte, el presidente de la Asociación Estatal de Víctimas de Accidentes DIA, Francisco Canes, ha felicitado a la DGT, los conductores y a toda la ciudadanía por este descenso. Canes ha explicado que se partía de una "altísima" siniestralidad vial que ahora desciende "debido especialmente a la mayor concienciación de los conductores" y a "su mayor responsabilidad al volante".
Además, ha destacado que tienen "cierta preocupación" sobre cómo va a evolucionar este dato porque "no se está invirtiendo en el mantenimiento de las carreteras, en el asfaltado", algo que desde la asociación ven "muy grave". De hecho, Canes cree que si se mantuvieran correctamente, una parte importante de las muertes se podrían evitar.
Al presidente de DIA también le preocupa que cuando se produzca un aumento en el uso del vehículo pueda surgir un repunte de la siniestralidad vial. "Debido a la crisis usamos menos el coche y esto también ha contribuido a que haya menos accidentes. No podemos bajar la guardia en esta materia", ha señalado.
También ha recordado que el balance de siniestralidad se refiere a las víctimas contabilizadas en las 24 horas siguientes a accidentes ocurridos en vías interurbanas, sin contemplar los fallecidos en ciudad, y el año pasado al sumar estos datos la siniestralidad subió un 1 % tanto en el número de accidentes mortales como de víctimas mortales.
UNESPA ha recordado que las víctimas no solo son los fallecidos también las familias de los fallecidos, y los más de 300.000 heridos con lesiones que requieren atención médica, recuperación e indemnización por secuelas permanentes, por lo que hay que seguir en la senda de seguir reduciendo las víctimas.