LO QUE NO SE PUEDE PERDER
La sede actual tiene duchas y aseos con agua caliente en los dos lados en los que se divide la zona de acampada, partida por el escenario. También una zona con enchufes para cargar móviles. La zona para dejar las motos y hacer la inscripción es amplia, y la entrada hasta la concentración es recta y limpia. No se puede hacer una concentración para 25.000 personas, durante tres días, con váteres portátiles y sin enchufes.
Además el terreno aguanta muy bien las lluvias sin degenerar fácilmente en barro, lo que convertiría la concentración en un Rally o en unos vídeos de primera sobre caídas. El pinar, además mantiene un microclima con las hogueras nocturnas que permite subir algunos grados las gélidas temperaturas.
BIEN SITUADO Y DE FÁCIL ACCESO
Desde la entrada a la concentración hasta el paso elevado sobre la ronda exterior VA-30 hay siete kilómetros. Perfectos para ir y venir sin pereza, para tener la capital a tiro de piedra y para montar un desfile de banderas espectacular, pero también perfectos para no molestar excesivamente a los vecinos. La enorme rotonda de Puente Duero permite darle mucha fluidez al tráfico a pesar de las miles de motos concentradas allí. Nada que ver con el infierno que se vivía en Boecillo o el descomunal atasco de Simancas.
ECONÓMICAMENTE VIABLE
Carpas, escenarios, casetas de organización, cada año se gasta ingentes cantidades de dinero en infraestructura, la futura sede tendrá que tener unas características que permitan en lo posible mantener las actuales estructuras, para que Pingüinos, tras su 33 cumpleaños, sigua cumpliendo muchos más.
Fuente: El Norte de Castilla