Si atropellas a un jabalí, tú serás el culpable. Esta es la lectura del nuevo proyecto de la Ley de Tráfico, según el cual, en un accidente provocado por el atropello de un animal de caza, “será responsable de los daños a personas o bienes el conductor del vehículo”. Eso sí, no tendrás que pagar el valor del animal.
Hasta ahora, en los accidentes de tráfico ocasionados por el atropello de especies cinegéticas, regulado en la disposición novena de la actual ley de seguridad vial, se considera responsable al conductor solo si este ha incumplido las normas de circulación. Pero si el siniestro se produce como consecuencia de la cacería o por la falta de diligencia en la conservación del terreno acotado, el culpable es el dueño del coto de caza. También se puede responsabilizar al titular de la vía pública, siempre y cuando el accidente ocurra por el mal estado de la carretera o por falta de señalización.
Sin embargo, con la nueva ley de tráfico, si atropellas a un jabalí, tú serás culpable. Así lo ejemplifica el abogado José Pérez Tirado, experto en seguridad vial y
portavoz de la asociación de víctimas de accidentes de tráfico: “Un joven va en su ciclomotor por una carretera que atraviesa un coto de caza, colisiona con una manada de jabalíes que irrumpe de repente en la calzada y tiene la desgracia de quedarse en silla de ruedas. Entonces, le tendremos que leer la nueva ley de seguridad vial y le diremos que nuestros políticos han decidido que él es el responsable del accidente, y que aunque no vaya a recibir ninguna indemnización, puede quedarse tranquilo porque no tiene que pagar el jabalí muerto”.
La única excepción para inculpar al titular del coto o al propietario del terreno será si el siniestro se produce como “consecuencia directa de una acción de caza colectiva de una especie de caza mayor (animales salvajes mayores que un zorro)”, siempre y cuando el accidente ocurra en el momento de la cacería o en las 24 horas posteriores a que concluya. Pero si el atropello sucede en ese tiempo y los cazadores buscaban conejos o perdices —especies de caza menor—, el culpable también será el automovilista.
La futura norma conserva la posibilidad de inculpar a la Administración solo si “no ha reparado la valla de cerramiento en plazo” o “por no disponer de la señalización específica de animales sueltos en tramos con alta accidentalidad por colisión de vehículos con los mismos”, pero no por el mal estado de la vía.
Fuente: El País