La motivación de la medida pasa por disuadir a los conductores para que no aparquen sus motos en las aceras de las vías más próximas a la plaza del Ayuntamiento durante las horas previas y posteriores a la mascletà.
Como consecuencia de esta medida las aceras de las calles de la “milla de oro de la ciudad” aparecen vacías. En las pegatinas falsas no aparece el número de la matrícula, ni la hora de la retirada del vehículo, ni el depósito municipal al que se ha trasladado el vehículo.
Según las autoridades entre el día 1 y el 20 del presente mes, en muchas de las plazas habilitadas para las motocicletas en la vía pública no está permitido el estacionamiento –para garantizar la seguridad durante la mascletà–, lo que lleva a los motoristas a las aceras, en donde ahora son amedrentados mediante los falsos avisos de grúa.