Seguí señaló que el Congreso dio luz verde a la modificación número 18” de la ley de tráfico y seguridad vial, que data de 1990, y destacó que la reforma sustantiva está por venir porque algunos de los cambios introducidos se plasmarán en el futuro Reglamento General de Circulación, el cual podría estar listo el próximo mes de junio.

A pesar de ello, Seguí subrayó que la actual reforma de la ley supone meramente un paso más en la voluntad política y social de erradicar los accidentes, que ha abierto un debate parlamentario rico e intenso.

En relación a la obligatoriedad del uso del casco para los ciclistas menores de 16 años que circulen por la ciudad, recogida en la nueva ley y que ha suscitado un debate con diversas opiniones, Seguí recalcó que esta medida ha salido del consenso político, si bien apuntó que es una señal de que todavía quedan cosas por hacer.

Seguí también opinó sobre el cambio introducido en la ley sobre los accidentes de tráfico ocasionados por atropello de especies cinegéticas, indicando que no es justo decir que todo ha cambiado y que ahora toda la responsabilidad es del conductor.

El conductor es el responsable del accidente por atropello, salvo cuando éste sea debido a una acción de caza colectiva de una especie de caza mayor llevada a cabo en el mismo día o en las 12 horas posteriores (responsabilidad del dueño del coto) o cuando no esté reparado el cerramiento o no esté señalizado que hay animales sueltos (responsabilidad de la administración), cuando, hasta ahora, el automovilista sólo era responsable si había incumplido las normas de circulación.