Según la Asociación Española de la Carretera (AEC), España cuenta con más de 25.000 kilómetros de carreteras cuyo elevado coste de mantenimiento, requieren una inversión de más de 5.500 millones de euros, está lastrando su conservación. Los Presupuestos Generales del Estado del 2014 solo contemplan 818 millones para este apartado, lo que representa el 15 por ciento de lo necesario.
Para ayudar a reducir esta abultada diferencia, el Centro de Tecnología de Repsol ha desarrollado diferentes asfaltos inteligentes, entre los que destacan la variedad autorreparable, que se comporta como el tejido vivo y al detectar un desgarro comienza una serie de procesos de cicatrización.
EL SECRETO ESTÁ EN EL BETÚN
Gracias a la modificación de los betunes que conforman la mezcla asfáltica, los investigadores de la compañía han conseguido que cuando el firme de la carretera comienza a deteriorarse, los polímeros se extiendan evitando que se produzcan baches o surcos de gran tamaño.
“De todas las tecnologías de autorreparación, esta es la de mayor éxito, ya que no supone un aumento significativo del coste en la fabricación de la mezcla asfáltica. El ahorro obtenido en las labores de conservación no se vería mermado por un aumento en los precios de los materiales”, aseguran fuentes de la petrolera.
“Además también hay ventajas medioambientales, porque se reducen los residuos generados, el uso de materias primas y las emisiones derivadas de las tareas de mantenimiento, además del aumento de la confortabilidad de los usuarios por el menor número de actuaciones en la carretera”, añaden.
ASFALTOS DESCONTAMINANTES
Los avances en el desarrollo de nuevos asfaltos no quedan ahí. Repsol también ha desarrollado un tipo de asfalto que gracias a la acción del sol genera una reacción de fotocatálisis que elimina los gases contaminantes generados por el tráfico rodado, tales como el monóxido de nitrógeno o el óxido de azufre.
El principal fotocatalizador utilizado es un elemento muy presente en las pinturas blancas, el dióxido de titanio, que reduce la composición de las partículas contaminantes a nitratos que son disueltos posteriormente por la lluvia y terminan en las depuradoras de agua.