El responsable de Tráfico de la ciudad comenta que es una realidad contra la que es difícil luchar: “La demanda es casi infinita. Todo el aparcamiento para motos que pongamos se va a llenar”. Si la moto es rápida, Albizu argumenta que otros medios de transporte “son igualmente recomendables, como la bici o pasear”.
El último informe de movilidad sostenible recoge la evolución del número de motos desde 1984. Entonces eran 4.000. Hoy, tres décadas después, el parque móvil se ha expandido hasta los 26.000 vehículos.
Un aumento tan explosivo que ha superado la planificación urbana de la ciudad. En total, son 3.282 las plazas reservadas en zonas OTA, según cálculos del Ayuntamiento que estiman que en los cinco metros que mide una plaza para coche pueden llegar a aparcar seis motos.
El recuento en las zonas no reguladas no está recogido, tal y como explica Albizu: “En las zonas de aparcamiento regulado -que son la mayoría- sabemos dónde están las plazas y cuántas motos caben, pero también hemos creado aparcamientos en otros lugares sin regulación como Intxaurrondo, Altza o Aiete, por ejemplo, que no se computan. Hay muchas plazas. Lo que ocurre es que hay tantas motos...”.
Se han habilitado nuevas zonas de estacionamiento en casi todos los barrios, “sobre todo en pasos de peatones por una cuestión práctica ya que las motos permiten mayor visibilidad”, argumenta el responsable de Tráfico, quien advierte de que la política del gobierno de Bildu en materia de movilidad va por otros derroteros: “Para nosotros la moto no es el medio a potenciar. No tanto porque las calles estén ya saturadas, sino porque una ciudad del tamaño de Donostia debe apostar por los vehículos no contaminantes -como la bicicleta- y el transporte público”.
Sin embargo, matiza Albizu, que el Ayuntamiento no pretende abandonar a los motoristas a su suerte. “No tenemos especial interés en promocionar la moto, pero sí en que la circulación en moto se haga en condiciones de seguridad. A principios de legislatura, por ejemplo, eliminamos las separaciones de carril bus que estaban hechas de hormigón y las sustituimos por bandas sonoras.
"Siempre se dice que San Sebastián es una ciudad muy motera, pero para lo que se presta de verdad es para recorrerla caminando, en bicicleta o en transporte público. En una ciudad tan bonita como la nuestra nos corresponde hacer una apuesta por otros tipos de transporte”, insiste.