Es "absolutamente necesario" seguir "apostando activamente" con ayudas económicas a la compra de vehículos eléctricos, "una apuesta clara de futuro por la movilidad sostenible" pero cuyos precios aún triplican los de los modelos tradicionales. Inmaculada Riera, de CíU, teme que reducir las ayudas para este tipo de vehículos suponga un freno para el sector, sobre todo ante la desfavorable relación ayuda-precio de la que se benefician actualmente.
"Hay que tener en cuenta que durante el primer trimestre del año las ventas de motos eléctricas fueron muy superiores a las de los coches eléctricos, y su impulso contribuye no sólo a la reactivación de un sector industrial innovador sino también a la sostenibilidad y movilidad", ha añadido la diputada.
Por su parte Mario Flores, del PP, destacó las ayudas al sector ya realizadas, como el Plan PIMA Aire, y descartó la posibilidad de lanzar nuevos planes, advirtiendo que al margen del precio de estos vehículos hay “otras barreras igual o más importantes” que impiden su generalización como medio de transporte.
Barreras entre las que citó, la escasez de puntos de recarga, la falta de leyes que "permitan el despliegue de la infraestructura de carga allá donde se necesite", las carencias en la legislación en materia eléctrica para "integrar el vehículo eléctrico y sus particularidades" o la necesidad de desarrollar y potenciar las redes inteligentes como complemento al vehículo eléctrico.
"Todo ello no se aborda en esta proposición no de ley y, desde nuestro punto de vista, no se arregla todo con más subvenciones y más subsidios", ha añadido el diputado, asegurando que el Gobierno está preparando "un conjunto de medidas" en colaboración con el sector que pronto serán presentadas ante las Cortes.