Estos badenes que la empresa ha denominado Vivadén, también se pueden activar a voluntad en función de la situación del tráfico rodado, hora punta, salidas de los colegios, etc. El primer Vivadén ya se ha instalado en Asturias y está plenamente operativo. El dispositivo, explica la compañía, requiere de una mínima obra civil y su coste instalado ronda los 20.000 euros
La empresa, que lo diseñó dentro de un programa financiado por el Instituto de Desarrollo Económico del Principado de Asturias (IDEPA) ha confirmado que el badén está ya en fase de comercialización en España, con el objetivo puesto en las distintas administraciones públicas. Pero a su vez confían en que en una fase posterior se pueda exportar al resto del mundo.
Vivadén se posiciona como una solución a los problemas que generan los badenes convencionales cuya instalación penaliza a todos los usuarios de la vía por igual independientemente de su velocidad. Los badenes son especialmente denostados por los servicios de emergencias que, como ocurre en el caso de las ambulancias, transportan heridos en situación crítica.
Los badenes convencionales, que generan ruido de rodadura añadidos en horarios de descanso, además terminan causando averías en diferentes elementos mecánicos de los vehículos, tales como los amortiguadores, trapecios, guardabarros, spoilers o escapes.