Cierto que el camino capaz de enfrentarnos a estrategias coherentes (por funcionales) en seguridad vial pasa por respetar la “seguridad vial” y todas las disciplinas asociadas a ella y nunca, como está sucediendo, por discriminar aquellas, que por polémicas o con resultados de gran estabilidad a largo plazo, parecen poco interesantes para nuestros políticos o cargos “Directores” por mandatos políticos…
Para colmo en mis reflexiones no puedo entender cuál es el virus capaz de convencer a un técnico para caminar con su discurso en contra de la objetividad y sus propios conocimientos, o disciplina del conocimiento, sin que apenas se refleje un mínimo de incomodidad.
En la seguridad vial nadie está en posesión de la verdad absoluta, pues con los grados de dependencia por las causalidades (que no casualidades) vinculantes, nadie adquiere el conocimiento del todo, siendo la suma de los todos (o el estado del arte del conocimiento en cada uno de ellos) los que bien ordenados, nos llevarán a los resultados deseados por los ciudadanos … “libertad” y “seguridad”.
En seguridad vial hay dos grandes ausentes:
La memoria histórica capaz de convertir en nuevo lo viejo y la responsabilidad de las administraciones públicas.
Con relación a la primera, cansado he quedado de escuchar la importancia de la educación vial y las nuevas acciones emprendidas como alternativa para dar algunas pinceladas de educación vial a nuestros jóvenes. Unas disciplinas tarde y mal aplicadas derivadas de deberes del año 1928, impuestos por normas legales y ratificados en 1934… casi 100 años mareando la perdiz para seguir mareandola y la perdiz se nos muere por vieja.
Pero también convierten lo nuevo en lo viejo cuando ponen trabas a la aplicación de la ley de datos de carácter personal en lo relativo al intercambio de datos por razones de seguridad.
Pero también se ridiculiza lo existente, que por viejo se olvida, cuando se habla del consumo de drogas y herramientas novedosas de incapacitación de los consumidores de este tipo de sustancias, cuando se reflejaban estupendamente en el anterior Reglamento General de Conductores (anexo IV) del año 1997 y otros (ver RD 818/2009).
En ningún momento el “Estado de las carreteras” ha sido una prioridad, es más, en este congreso la carretera ha sido una gran ausente, algo incomprensible cuándo desde la organización ciudadana Asociación Mutua Motera llevamos abiertos a fecha actual más de 280 expedientes por no mantener la carretera en las mejores condiciones de seguridad.
Y es, a mi entender, deshonesto responsabilizar al débil de las carencias del fuerte, ocultar el poco conocimiento del que disponemos y ordenar a los CC y FF de seguridad no denunciar el mal estado de conservación de las carreteras, llegando a influir desde las administraciones públicas en el programa de formación de los agentes, para que durante las investigaciones de los siniestros, no se determinen causas concurrentes vinculadas a la responsabilidad de la administración pública.
- Por otro lado, en seguridad vial hay tres reconocimientos ausentes:
- A los medios de comunicación… por su difusión, errada o no, llevando la reflexión a los ciudadanos (en el congreso se le entregó un premio a varios medios de comunicación).
- A la ingeniería civil… introduciendo normas para mejores diseños de carreteras y puentes (aunque el problema reside en la aplicación de las normas).
- A la ingeniería industrial… los avances tecnológicos en el control de la absorción y/o distribución y/o redireccionamiento de la energía (en pasiva) y toda esa gran intervención de la ingeniería en activa.
- Por último, en seguridad vial hay tres mentiras interesadas que disfrazan realidades:
- ¿Cuánto sabemos?... poco… muy poco para lo que podríamos saber (las puertas están abiertas pero la apuesta está dirigida hacia el control de las actitudes de los ciudadanos). Como ejemplo, a fecha actual en el mundo no conozco estudio que me permita saber la energía de impacto para seccionar la raquis a la altura de la t-7, o a la altura de cualquier C.
- El usuario (a un usuario que llaman factor humano) es el máximo responsable de los siniestros de tránsito.
- El interés político o la mentira del interés político, dotado de inmoralidad e incapaz de la reflexión en la autogestión, en la autoresponsabilidad… con un “todo es culpa del otro”. Decía que la apuesta está dirigida hacia el control de las actitudes de los ciudadanos. ¿Por qué no enfocada hacia la aptitud?... de nuevo nos enfrentamos al coloso, a una administración que protege su debilidad en formación y educación, deficitaria en los pilares básicos de la convivencia. El tránsito es eso ¡convivencia! Y que es capaz de sancionar manifestando que son medidas “reeducadoras”.
Lo mejor del congreso:
La organización y la ponencia de Don Pedro Modelo, como único espíritu crítico que presentaba su oposición a la oferta del verbo de ponentes anteriores.
Su frase “Durante la conducción todo termina en un proceso mental” me lleva a considerar una breve adaptación para nuestras administraciones públicas “La formación de políticas de tránsito se diseñan basadas en procesos mentales…”
Lo peor del congreso:
La entrega de premios a las Fiscalías de Seguridad Vial por su trabajo de control del tipo penal asociado al usuario. Unas fiscalías especializadas o no, que durante más de 30 años se han olvidado que existe un tipo penal que dice “No restituir la seguridad de la vía cuando tenga la obligación de hacerlo”.
La frase de Bartolome Bargas “Que sepan los ciudadanos que no hay impunidad” me hizo lamentar más aún la actitud de las fiscalías en lo referido en el párrafo anterior.
Notas importantes o de interés
Adría Ferrer de IDIADA
Los motociclistas son un colectivo vulnerable.
Se necesitan estudiar los accidentes de motociclistas en profundidad entendiendo las causas y consecuencias de los mismos.
Antonio Perlot de ACEM
El 54 % de los accidentes se producen en cruces. ¿Por qué? Por que el conductor no ve al de la motocicleta.
Pedro Modelo de UPC
Algunas de las futuras líneas de trabajo deben ser las diferencias intraindividuales, el analfabetismo tecnológico, la experiencia y la cultura.
Llegando al final
Debo reconocer que la organización y el trato a este pobre diablo pensador han sido excelentes.
Debo reconocer que El Sr. Joan Josep Isern “me cae bien” y como director del Servei Catalá de Transit lo veo comprometido con el problema de inseguridad vial de los ciudadanos, pero no solo lo veo comprometido por sus palabras, lo veo con hechos, con intervenciones directas como grupos de trabajo activos, planificaciones, campañas, uso de los paneles inteligentes, etc. Creo que como Director del Servei Catalá de Transit siente la seguridad vial y las obligaciones de su cargo y como ciudadano es comprometido.
Pese a todo, cada ponente es libre de explicar su conocimiento y apuestas de futuro, el congreso ha estado falto de espíritu crítico, ausente de políticas operativas hacia nuevos campos, conservador en los retos y cauto, pero está claro que es una iniciativa interesante que nos permite promocionar la seguridad vial.
Esto es solo un resumen de mi reflexión tras asistir al VI Congreso Internacional sobre Políticas Europeas de Transit, solo eso.
Juan Carlos Toribio
Director del departamento de Seguridad Vial
Asociación Mutua Motera