La Ronax 500 monta un propulsor de 160 CV @ 11.500 rpm con un peso de 145 kg, basado en el que Yamaha vendió a los equipos privados para instalarlos en los chasis Roc y Harris: un cuatro cilindros en V de 499 cc (54’5 × 54mm) con dos cigüeñales contrarrotantes y cambio de 6 velocidades. Su inyección electrónica de combustible contribuye a reducir las emisiones de cara a la homologación. También se ha incluido dos modos de conducción (Sport y Rain), arranque eléctrico y embrague en aceite.
Las suspensiones Öhlins, frenos Brembo y llantas de aleación también son de última hornada, todo este equipamiento la convierten en una de las motos de producción más caras jamás construidas. Pero es la única forma de acceder a una de los modelos de serie más parecidos a una moto de GP.