La historia de Madonna de los Centauros empezaba en 1943 de la mano del Doctor Marco Re, una historia que en diciembre de ese mismo año se empezaba a escribir así:
“Cuando la guerra haya acabado y la paz vuelva a reinar también el torturado suelo de nuestra Patria, los motociclistas podrán volver a empezar su actividad circulatoria organizativa y deportiva; la Virgen de los centauros inspirará su acción guiará sus pasos y protegerá su ascención. Y una vez al año, en nel día commemorativo de la Santa Protectora, los motociclistas de toda Italia se reunirán en la cautivadora y acogedora Castellazzo, en su célebre santuario, para agredecer al la Protectora y pedir la gracia divina con virilidad y conciencia, como corresponde a hombres encomendados a deporte de lucha y de grandeza.
Y el hecho de ver las halanges de los modernos caballeros de la civilización mecánica, montando sobre sus cabalgaduras de acero, acercándose con su gallardete al altar para evocar los ritos de los entiguos caballeros de las Cruzadas, que erguidos en sus vigorosos carceles invocaban la gracia divina, entes de bajar para combatir contra los bárbaros y los descreídos, será un espectáculo digno de los tiempos modernos”.
Nuestro agradecimiento a los compañeros de Madonna de los Centauros por el apoyo que, mediante este reconocimiento, realizan a la seguridad vial de los motoristas.
Asociación Mutua Motera